Campa niega que los créditos del FMI supongan un rescate
Reconoce que el mayor coste de colocación de la deuda soberana encarece la financiación del sector privado.
El secretario de Estado de Economía en funciones, José Manuel Campa, aseguró ayer que la ampliación de los créditos del FMI para los países miembros no supone un "rescate" encubierto. España podría solicitar al organismo internacional 46.000 millones de euros. Campa, en su intervención en una jornadas organizadas por el Ministerio de Justicia, señaló que este mecanismo simplemente "aligera" el acceso a la liquidez.
En cualquier caso, algunos expertos como el economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, señaló que España no debe acudir a este "colchón adicional" del FMI porque el país quedaría "estigmatizado", aunque podría suponer un alivio durante una corta temporada.
Con todo, Díez cree que la iniciativa es buena y representa un éxito de la directora general del FMI, Christine Lagarde, frente a la lentitud que ha mostrado la Unión Europea, que no ha conseguido poner en marcha el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).
Por otra parte, Campa reconoció que España está financiándose a unos tipos muy altos. La subasta de letras a seis meses se colocó al 5,33%, el mayor nivel desde 1997. Aun así, rechazó la idea que apunta a que España no podrá "soportar mucho tiempo" estos tipos tan altos. El secretario de Estado de Economía recordó que la mayor parte de la deuda en circulación, cuya vida media es de 6,7 años, está por debajo del nivel que se paga actualmente.
Sin embargo, apuntó que el elevado coste de financiación perjudica al sector privado ya que el tipo que se aplica sobre la deuda soberana determina en buena medida los intereses que se conceden al sector privado. En este sentido, señaló que resulta imprescindible continuar con las reformas estructurales y cumplir la senda de consolidación fiscal que exige Bruselas. España deber reducir sus números rojo hasta el 3% en 2013.
Más ajustes en Italia
Por otro lado, el primer ministro italiano, Mario Monti, prepara un plan de ajuste de 15.000 millones de euros para los dos próximos años, que presentará en el Parlamento a finales de la próxima semana.
Los inspectores de la Comisión Europea enviados a Roma para comprobar la aplicación de las reformas exigidas por la Unión Europea a Italia han recordado que, para alcanzar el equilibrio presupuestario en 2013, es necesario este ajuste adicional, que se unirá a los 64.000 millones ya previstos en el plan exigido por Bruselas.