¿Cómo puede afectar a la banca la alta rentabilidad de las subastas de deuda?
La desconfianza que hay en el mercado ha provocado que el coste de vender deuda española se dispare. Sin embargo, este elevado precio tiene más consecuencias indirectas. Los bancos podrían sufrir una fuga del capital invertido en sus depósitos hacia la rentable deuda del Estado.
La alta rentabilidad que paga el Tesoro para colocar su deuda empieza a convertirse en una constante y las repercusiones de estos elevados tipos de interés ya están sobre la mesa. Los bancos se sitúan en el disparadero y se convierten en víctimas colaterales de la desconfianza que acampa en los mercados.
"Cualquier tipo de financiación privada tiende a tomar como referencia la pública. La alta rentabilidad pública se traslada al crédito privado", explica Daniel Pingarrón, de IG Markets. Esta particular consecuencia es uno de los aspectos que también destaca Rafael Romero, de Unicorp Patrimonio. El experto cree que "al Estado se le considera un emisor de bajo riesgo, por lo que si se amplía la prima de riesgo se amplía también la prima de riesgo al resto de empresas españolas y automáticamente se amplía el diferencial de los emisores de este país".
Sin embargo, la consecuencia más directa es la posible fuga del dinero invertido en los depósitos hacia la deuda del Estado. En el momento actual, la rentabilidad que ofrecen las letras a tres meses del Tesoro (hoy se ha pagado un tipo de interés medio del 5,110%) es inigualable. Y es que ni los depósitos más rentables del mercado pueden ofrecer una rentabilidad tan suculenta a tan corto plazo.
Ivan Sanfélix, analista de Renta 4, comenta que "a estos tipos de interés que estamos viendo en las últimas subastas tiene todo el sentido invertir en ellas. Creemos que podría haber una fuga desde los depósitos bancarios hacia inversiones del Estado. Las próximas subastas también ofrecerán unos niveles de rentabilidad muy atractivos por lo que creemos que los inversores se irán a la deuda estatal".
La consecuencia indirecta de esta fuga de capitales sería, lógicamente, que los bancos tendrían menos dinero disponible para conceder créditos. Sin embargo, para Sanfélix, esto no debería ser una preocupación porque "tampoco están prestando demasiado dinero ahora mismo".
Pero no todas las repercusiones son negativas. Tal y como explica Nicolás López, de MG Valores, el momento actual podría presentar una buena oportunidad para que los bancos pueda rentabilizar su capital. "Las entidades financieras podrían comprar letras del Tesoro y obtener así rentabilidad de su liquidez", confirma.