Lo prometido es deuda en vivienda: desgravación fiscal, menos impuestos y más crédito
El PP ha ganado las elecciones. Ha barrido al PSOE con una holgada mayoría absoluta y ahora le toca convertir en realidad las promesas electorales para salir de la crisis. La tarea de resucitar la vivienda será un difícil reto que, según su programa, se conseguirá con desgravación fiscal, menos impuestos y más crédito.
La crisis apenas deja tiempo para las celebraciones. El propio Financial Times asegura que en España "this is no time for a fiesta" ("no hay tiempo para fiestas"). El Partido Popular ha obtenido una aplastante victoria que le otorga una amplia mayoría absoluta para gobernar un país al borde de nuevo de la recesión. Los ciudadanos le han dado al líder popular, Mariano Rajoy, todo el poder y confianza para evitar males mayores. El cambio político está en marcha y toca ponerse manos a la obra para llevar a cabo cuanto antes las medidas prometidas durante la campaña electoral.
Uno de los sectores más castigados por la crisis, el inmobiliario, necesita pronto un revulsivo. El mercado residencial ha recaído este año y se encuentra paralizado con unas ventas en caída libre, un crédito que no fluye y un stock que apenas se absorbe. La construcción no encuentra hueco posible mientras no se drene el exceso de inmuebles y las entidades financieras sigan acumulando activos procedentes de embargos. Los expertos ven cada vez más lejos el horizonte de recuperación de la vivienda si nada lo remedia.
En su programa electoral, el Partido Popular detallaba una batería de medidas concretas para atajar la sangría del ladrillo, que incluía desgravación fiscal, rebaja de impuestos y planes para aligerar el stock de la banca a través del alquiler. Además, había prometió prorrogar doce meses la rebaja del IVA del 8 al 4% que el PSOE anunció en verano para incentivar más tiempo la compra de vivienda nueva.
Pero su principal apuesta era recuperar la desgravación fiscal por compra de vivienda en el IRPF sin límite de renta, después de que el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero la eliminara para las rentas superiores a 24.100 euros a partir del 1 de enero de este año. Si el PP cumple lo anunciado, la deducción regresará con carácter retroactivo a partir de 2011 y las personas que han comprado una casa a lo largo de este año podrán seguir disfrutando de este premio fiscal. Será como hacer borrón y cuenta nueva. Como si el PSOE no la hubiera limitado a efectos de beneficio fiscal para los compradores, ya que su impacto en el mercado sí se ha dejado notar. Una vez se agotó el efecto llamada del fin del incentivo fiscal, las compraventas cayeron en marzo y continúan desplomándose.
Además de mantener otro año el IVA superrreducido, Rajoy planteó una modificación del impuesto de transmisiones patrimoniales (ITP) que grava la compra de pisos de segunda mano. Una rebaja del coste de las operaciones dirigida a animar las ventas.
Pero la ausencia de financiación también tiene ahogado a todo el sector. El nuevo presidente del Gobierno aboga por aliviar a la banca para que dé más crédito dando salida al stock a través del alquiler a precios asequibles, con acuerdos de colaboración público-privada.
En su apuesta por dinamizar el alquiler, el PP estudia fórmulas para favorecer la movilidad laboral dejando la vivienda habitual en alquiler y compensando tributariamente los alquileres pagados y percibidos. También quiere dotar al contrato de arrendamiento de mayor flexibilidad y libertad de pactos, incrementando la seguridad jurídica de las partes. Además, pretende promover el acceso a la vivienda de alquiler de aquellos con mayores dificultades con programas de arrendamiento bonificado con opción a compra. No se olvida de los programas de rehabilitación de edificios y viviendas, promoviendo el fraccionamiento y aplazamiento de las tasas y tributos.
En cuanto al mercado hipotecario, durante los días de campaña el PP se comprometió a implantar hipotecas de calidad, con una mayor independencia en las valoraciones de las tasaciones, limitando el control de las entidades. Aseguró que incrementaría la protección al cliente, obligando a la banca a informar con más transparencia sobre las cuotas de los préstamos a tipos variable en escenarios de subida de tipos de interés, y garantizaría un equilibrio entre las partes para evitar cláusulas abusivas.
Apostó también por una reforma de la Ley Concursal, por delimitar las competencias del Estado en materia de urbanismo y por protocolizar los procesos de transformación del suelo.
Según el programa popular, el objetivo de su política de vivienda es "proporcionar los incentivos adecuados para poner en valor el actual stock de viviendas, tanto mediante la reactivación de las compraventas como a través de un mercado de alquiler más amplio y profundo".
Quedan por delante cuatro años de legislatura para apuntalar estos cambios y ver si sirven para sacar del pozo en el que se encuentra a la vivienda.