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Elecciones 2011 | La debacle socialista

La derrota precipita a febrero el congreso para elegir al líder del PSOE

El PSOE acelera la renovación tanto de su programa político como de su dirección y celebrará un congreso federal ordinario en la primera semana de febrero. Tras la debacle electoral del domingo, los socialistas cuadran el calendario para presentarse al próximo examen, las andaluzas de marzo, con un proyecto político rearmado.

La derrota precipita a febrero el congreso para elegir al líder del PSOE
La derrota precipita a febrero el congreso para elegir al líder del PSOEEFE

Nada de esperar a las elecciones andaluzas de marzo para celebrar el congreso federal que deberá renovar el programa y el liderazgo del PSOE. El secretario general del partido y presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció ayer al término de la ejecutiva que habrá cónclave socialista en la primera semana de febrero. Al haber transcurrido ya tres años desde el anterior congreso, la convocatoria -que aprobará el comité federal de este sábado- puede ser de carácter ordinario, un aspecto que Zapatero se encargó de subrayar.

"Es lo que procede, es lo que corresponde, que el partido afronte una nueva etapa, que la democracia y los compañeros diseñen el proyecto para el futuro de los próximos años", manifestó Zapatero, dejando claro que él va a cumplir su compromiso de dar un paso atrás. El secretario general del PSOE esquivó las preguntas sobre el papel ahora del que ha sido candidato socialista al 20-N, Alfredo Pérez Rubalcaba, y si este tiene previsto aspirar a la sucesión. Sobre si será Rubalcaba u otra persona la que representará al PSOE en el debate de investidura de Mariano Rajoy, Zapatero aseguró que no se había hablado de este asunto en la ejecutiva del lunes.

De lo que sí se habló en la reunión de la dirección socialista fue del resultado electoral. "Son unos resultados malos para el PSOE, que ha sufrido un fuerte deterioro en su respaldo popular" y que "han otorgado una amplia mayoría al PP". Zapatero no mostró ni un ápice de autocrítica sobre su gestión porque "la peor crisis económica" que ha sufrido España le obligó a "tomar decisiones difíciles". En mayo de 2010 el Congreso aprobó, a propuesta del Gobierno, un paquete de medidas excepcionales para reducir el déficit público en 15.000 millones de euros. Se bajó el sueldo a los funcionarios el 5% y se congelaron las pensiones contributivas, entre otras medidas impopulares.

Se trató de una "situación excepcional", dijo Zapatero, que obligó a decisiones "imprescindibles" para la economía española y para la garantía de su solvencia. Fueron "circunstancias a las que ningún partido en el Gobierno se ha enfrentado desde la transición democrática", añadió el presidente del Gobierno. "Hemos puesto los intereses generales por encima de los intereses de partido y tengo la seguridad de que así seguirá siendo en la tarea y en el tiempo de oposición que el PSOE tiene por delante".

Voto a otros partidos

La directora de la campaña electoral del PSOE, Elena Valenciano, señaló ayer en una entrevista radiofónica -tras los malos resultados electorales obtenidos por su partido- que han sido "muy socialistas" y han "repartido voto a todas partes". Valenciano reconoció que una parte de los votos que el PSOE recibió en anteriores convocatorias (medio millón, según ella) se han ido al PP, y otra se ha diseminado por el resto de opciones políticas.

Confió en que todos esos votos sean prestados y no perdidos y recalcó que han de empezar a trabajar ya para recuperar la confianza de los votantes. Valenciano explicó que la convocatoria del congreso federal del PSOE para febrero es el plazo mínimo para ello, y aseguró que el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, está con fuerza para seguir. Pero precisó que los socialistas se encuentran en un periodo de reflexión y "no hay ninguna decisión tomada sobre nada". Fuentes de la Ejecutiva Federal consultadas por Efe aseguraron que la dirección del partido cerró filas con Rubalcaba, que no recibió más que elogios por su esfuerzo y su entrega durante la campaña.

Vara ve "muy abierto" el relevo dentro del partido

El secretario general del PSOE extremeño, Guillermo Fernández Vara, dijo ayer que el resultado electoral de este domingo "ha puesto todo muy abierto" para la sucesión de José Luis Rodríguez Zapatero al frente del partido. "Yo creo que ahora mismo adelantarse o hacer cualquier tipo de elucubraciones al respecto tiene uno mucho porcentaje de equivocarse, vamos a esperar", sentenció Vara."Este no es el momento ni de hacer exclusiones ni de inclusiones, es el de permitir que el PSOE pueda desarrollarse. Todo el mundo está diciendo que es importante que cuanto antes recompongamos la figura, pues no se preocupen". Fernández Vara abogó por "tomar cumplida nota de lo que ocurrió ayer por el domingo" y "saber sacar las enseñanzas adecuadas de lo que la sociedad española está pidiendo" al PSOE. Asimismo, pidió "respeto por la autonomía" del PSOE en la elección de líder y se mostró convenido de que se hará "lo mejor para España".

Chaves cree que Zapatero no tiene por qué dimitir

El presidente del PSOE y cabeza de lista por Cádiz al Congreso, Manuel Chaves, afirmó ayer que le parecería "respetable" que el candidato socialista a las elecciones generales, Alfredo Pérez Rubalcaba, decidiera presentarse para optar a la secretaría general del partido, a pesar de la derrota sufrida por el PSOE en los comicios. "No veo por qué no puede ser el candidato. En este contexto todos estamos en una situación muy difícil. La derrota ha sido muy seria en todos los territorios y para todos los líderes territoriales del partido", reconoció en la SER. Chaves dijo no saber si la cabeza de lista del PSC por Barcelona, Carme Chacón, tiene pensado presentarse.Asimismo, añadió que no ve necesario que Zapatero dimita ya como secretario general. "Tendremos el congreso a muy corto plazo", aseguró, para añadir que, hasta que este se celebre, "es lógico" que Zapatero continúe ocupando la secretaría general.

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