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El rey belga aún no la ha aceptado

El encargado de formar Gobierno en Bélgica pide dimitir

El encargado de formar gobierno en Bélgica, el socialista Elio Di Rupo, ha presentado hoy su dimisión al rey Alberto II, quien no la ha aceptado de momento y ha pedido a los partidos que reflexionen sobre la gravedad de la situación.

Di Rupo había informado previamente al monarca del "bloqueo de las negociaciones presupuestarias, sociales y económicas que debían conducir a la formación de un nuevo Gobierno", según indicó el Palacio de Laeken en un comunicado

Alberto II "mantiene en suspenso la decisión" sobre si acepta esa decisión, añade la nota.

El monarca subraya "la gravedad de la situación actual" y recuerda que la defensa del interés general y que los plazos impuestos por la UE para la reducción del déficit público "hacen necesaria una solución muy rápida de la crisis política".

"El rey pide que cada negociador reflexione en las próximas horas para medir las consecuencias de un fracaso, a fin de buscar activamente una solución", concluye el comunicado.

La dimisión de Di Rupo, el líder de los socialistas francófonos, se produjo después de constatar la imposibilidad de lograr un acuerdo sobre el presupuesto para 2012 entre los seis partidos que negocian el nuevo Gobierno (socialistas, liberales y democristianos flamencos y francófonos).

La pasada madrugada, los seis partidos llamados a integrar la futura coalición gubernamental fracasaron en su intento de pactar el presupuesto.

Los líderes políticos volvieron a reunirse este lunes para buscar un acuerdo, pero Di Rupo dejó el encuentro tras menos de una hora para encontrarse con el rey y plantearle su dimisión.

El monarca, que se recupera de una intervención a la que fue sometido la pasada semana para eliminarle un tumor en la piel, es quien tiene poder para relevar al líder socialista de su tarea de formación.

El acuerdo sobre las cuentas del Estado para el próximo año se considera el único obstáculo pendiente para formar un nuevo Ejecutivo tras más de un año y medio de crisis política.

Bélgica está bajo presión de la Unión Europea para corregir su déficit excesivo en 2012 y en los últimos días ha sufrido el contagio de la crisis de la deuda en la zona euro y ha visto como se elevaba su prima de riesgo.

Los liberales flamencos del Open Vld calificaron ayer la propuesta de presupuesto de Di Rupo de "insuficiente", mientras que los liberales francófonos (MR) lamentaron que plantee excesivos esfuerzos fiscales para las pymes y no se busque un mayor ahorro en el gasto.

En la reunión, ambos partidos presentaron sendas propuestas alternativas a la de Di Rupo, que fueron rechazadas por el resto de formaciones, contrarias a poner en peligro el precario equilibrio logrado hasta ahora por el encargado de formador Gobierno.

En los últimos días, varios expertos habían advertido de lo profundo de las diferencias y de que éstas podrían llevar a la ruptura del diálogo.

Ante esa situación, los soberanistas flamencos de la N-VA -ganadores de las últimas elecciones, pero fuera de las discusiones para formar gobierno- plantearon la formación de un ejecutivo de urgencia sin los socialistas.

El bloqueo en el presupuesto se produce después de que los seis partidos que negocian lograran en los últimos meses un acuerdo sobre una nueva reforma del estado federal y una serie de disputas lingüísticas entre ambas partes.

Sin embargo, esos acuerdos no tienen valor sin un pacto final, por lo que el rey intenta que los partidos reflexionen a fondo sobre la gravedad de las consecuencias antes de aceptar la dimisión de Di Rupo.

Bélgica está gobernada por un Ejecutivo en funciones desde abril de 2010, cuando dimitió el Gabinete de Yves Leterme. Las elecciones de junio de ese año desembocaron en un mapa político muy complicado, que ha impedido hasta ahora formar una coalición, en lo que supone la crisis política más larga del mundo tras unos comicios.

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