Modernidad con tradición en la Rioja Alavesa
La centenaria Bodegas Palacio anticipó el hito del enoturismo
Son a la vez pioneros y renovadores. Los muros de mampostería que acogieron a finales del siglo XIX una de las primeras bodegas de la Rioja Alavesa ya no guardan tinajas y caldos. Ahora sirven de desnudo abrigo a los huéspedes del Hotel Restaurante Cosme Palacio.
Hace más de 20 años que Bodegas Palacio, histórica casa vitivinícola de Laguardia, anticipó un fenómeno que ahora es tendencia y maná para el sector: el enoturismo.
El acogedor alojamiento de gusto rural funciona de inmejorable pasarla para los cursos de catas, las visitas a la hermosa villa medieval de Laguardia y a la actual bodega, una funcional nave contigua al hotel que alberga unas 12.000 barricas. Más de un siglo de tradición comandado por el grupo H. A. Barceló, que continúa avanzando en la búsqueda de nuevas fórmulas.
La última joya de la casa ha sido recientemente bendecida por el sumo sacerdote de la modernidad vinícola. Robert Parker ha otorgado por segundo año consecutivo una valoración de más de 90 puntos a Cosme Palacio 1894. Un blanco crianza fermentado en barrica con sus lías, cuya potencia y cremosa elegancia ha sido aupada al Olimpo de Baco.
Otro ejemplo de descaro, empezando por el etiquetado, es el Milflores. Colorista y desacomplejado por dentro y por fuera, sus responsables aún recuerdan el ceño fruncido de los ortodoxos cuando nació hace ya más de una década. Frente a la oda riojana al envejecimiento, este un tinto joven de tonos rubíes, aroma a regaliz y afrutado en el paladar.
Tampoco olvidan a los clásicos. Con más de 80 años a sus espaldas, la marca Glorioso encarna la más pura tradición. Uva 100% tempranillo que en su versión reserva logra el paroxismo del terruño con un tanino pulido pero de dulzura envolvente.