A falta de copago monetario llega el 'copago en especie'
Expertos piden que el usuario participe en los servicios que utiliza.
Si un ayuntamiento hizo un polideportivo en época de vacas gordas y ahora no tiene dinero para mantenerlo, en lugar de cerrarlo podría proponer que sus usuarios se organizaran, por ejemplo, para limpiarlo.
O podría suceder que fueran los padres asiduos a un parque infantil los que se encargaran de que las instalaciones estén adecuadas para la diversión de sus hijos.
Se trata de dos ejemplos de lo que distintos estudiosos de la economía reunidos por la Fundación Empresa y Sociedad han llamado copago en especie. Esta es una de las propuestas elaboradas por estos expertos para aliviar el impacto de los inevitables recortes presupuestarios en los servicios públicos.
"El copago monetario da ansiedad y por eso nosotros proponemos el copago en especie", explica José Antonio Herce, de Analistas Financieros Internacionales (AFI) y director de este informe.
Así, sugieren que los ciudadanos deberían organizarse para mantener los servicios públicos y convertirse en "coproductores" de los mismos. Consideran que de esta forma podría evitarse el clásico y polémico copago -del que se habla sobre todo en sanidad-, que supone que los ciudadanos paguen con dinero una parte de los servicios públicos en el momento de su uso (acudir al médico, por ejemplo).
Estos expertos hacen otra propuesta similar pero para paliar los efectos de la enorme morosidad de las Administraciones públicas con las empresas y autónomos y que según sus cálculos supone una deuda total de 60.000 millones de euros. En este caso proponen el cobro en especie.
Un ejemplo de esto último: si un ayuntamiento debe a un autónomo, digamos, 10.000 euros por un trabajo realizado, esa entidad local podría pagarle parte de esa deuda cediéndole un local de propiedad pública para ubicar su oficina hasta que salde lo debido. "Las Administraciones públicas son tenedoras de muchos activos como suelo, edificios, etc., que pueden dedicarse a tal fin", indica el exministro de Trabajo Manuel Pimentel. También podría crearse una especie de fondo de compensación similar al que tienen las aseguradoras para paliar esa morosidad, explica.
Privatizar todo lo que no sea esencial
Los autores del documento de propuestas para paliar los recortes presupuestarios encargado por la Fundación Empresa y Sociedad creen que el Gobierno que salga de las urnas el 20-N no tendrá más remedio que "hacer una lista de servicios públicos esenciales" e impedir que los ajustes les afecten. "Se trata de redimensionar estos servicios", explica Julio Gómez-Pomar, director del Centro de Innovación del Sector Público de PwC e IE Business School. Y, una vez hecho esto, "habría que devolver el resto de servicios que no son esenciales a la iniciativa privada".En este sentido, Gómez-Pomar también apuesta por mejorar la gestión organizativa de las Administraciones públicas, integrando servicios. Por ejemplo, que varios ayuntamientos compartan asesoría jurídica, centrales de compras, formación e incluso cargos públicos y asesores externos.Pero todo esto debe corresponderse, en su opinión, con un mejor uso de los servicios por parte de los ciudadanos. También aquí proponen el copago en especie: contribuyendo al ahorro sociosanitario o ayudando a las personas con dificultades a través de la familia".