G-20 y BCE pueden impulsar el optimismo en la semana de los muertos
La semana de los muertos, con la celebración de Halloween y Todos los Santos (el martes, día en que, pese a todo, abrirán las Bolsas) puede suponer un espaldarazo al reciente cambio de tono respecto a la crisis global. Si el último miércoles los líderes del euro alcanzaron un acuerdo histórico que animó a los mercados y envió un rayo de esperanza al mar de pesimismo reinante, el próximo jueves el G-20 tiene ocasión de consolidar esa esperanza.
En la idílica localidad francesa de Cannes se darán cita hasta el viernes los líderes de los países más desarrollados y los grandes emergentes, además de varios invitados como España. Sobre la mesa, el recurrente objetivo de reforzar el sistema regulatorio internacional, para, entre otras cosas, limitar las oscilaciones en los precios de las materias primas. Además, la cumbre francesa pretende avanzar en la reforma del sistema monetario, con la vista puesta en recortar los desequilibrios globales. Donde parece más difícil que se logren avances es en la propuesta europea de implantar una tasa Tobin sobre las transacciones financieras, dada la negativa de Estados Unidos.
El mismo jueves en que arranca la cumbre de Cannes, Mario Draghi dirigirá su primera reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo. Y tendrá una buena ocasión de marcar distancias con su predecesor, Jean-Claude Trichet, conocido por su fijación por la estabilidad de precios hasta el punto de haber subido el precio del dinero en dos contextos de estancamiento económico (verano de 2008 y de 2011). Los analistas no descartan una rebaja de tipos de interés este mismo jueves, a la vista de que el fantasma de la recesión vuelve a asomarse a la puerta de Europa.
En España, la presentación de resultados de las grandes entidades financieras continúa el viernes con Caixabank. Fuentes del sector sostienen que el nuevo banco revisará a la baja sus previsiones para 2012, al tiempo que elevará las de morosidad, como acaba de hacer Bankia. El miércoles, Banesto abonará un dividendo de cinco céntimos por acción, mientras que el de Inditex se elevará a 80 céntimos por título.