Pendientes del Consejo
Las constructoras de obra pública atraviesan una situación tan difícil que se aferran a los concursos de mantenimiento de carreteras que restan por adjudicar. En total, se trata de 53 contratos de conservación integral valorados en unos 500 millones de euros. Las empresas defienden que este gasto no debe dejarse de realizar porque todo lo que no se invierta en refuerzo de firmes ahora, habrá que multiplicarlo tiempo después para llevar a cabo una reparación mucho más profunda. Esperan que dichas adjudicaciones culminen antes de las próximas elecciones.
El sector recuerda la fórmula que suelen emplear los ingenieros: 1-5-25. Por cada millón de euros que no se invierte en conservación, hay que gastar cinco millones a los dos años y hasta 25 transcurrido un lustro.