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Inversión industrial

Ence acelera su plan de renovables para ganar estabilidad

Pondrá en marcha ocho plantas hasta 2015

La antigua Empresa Nacional de Celulosa logró el 21 de junio un importante hito: cerrar la financiación de la mayor planta de biomasa de España (50 MW), situada en Huelva y que costará 101 millones de euros. Es la primera vez que el sector privado confía en un proyecto relacionado con la cogeneración, una fuente de energía relativamente desconocida en el país.

Ence se llama ahora Energía y Celulosa, reflejo de hacia dónde avanza la antigua papelera de titularidad pública. La compañía tiene en marcha un ambicioso plan para levantar ocho centrales más, aunque de menor capacidad que la de Huelva. Con una inversión industrial de unos 525 millones de euros, a los que hay que sumar 100 millones más derivada de los cultivos energéticos, el grupo añadirá 210 MW a su potencia instalada, que ahora mismo consta de 180 MW. La intención es tenerlo listo para 2015.

"El plan nace con la idea de reducir las ciclicidades que tiene el mercado de la celulosa. La materia prima cotiza en dólares, por lo que dependemos del cambio de la divisa y del consumo mundial", señala Jacinto Lobo, director general de energía de la compañía. El hecho de que se empiece a conocer a Ence como una empresa energética dará confianza a los inversores y ajustará, creen en la compañía, el valor de la acción al precio objetivo que señalan los analistas (en torno a los tres euros, contra los 2,09 euros al cierre del viernes).

Según Lobo, la financiación de la siguiente planta (Mérida, 20 MW) podría estar lista esta misma semana, mientras que antes de acabar el año se cerrarán los flecos de la próxima central (Burgos). "Estimamos que el Plan de Renovables nos aportará unos ingresos anuales adicionales de 225 millones de euros y un Ebitda recurrente de 80 millones", apunta.

"Tenemos once propuestas encima de la mesa de los principales grupos constructores del país para el proyecto de Mérida. Nuestra idea es replicar el modelo en las demás, de manera que podamos hacer economías de escala por valor de inversión y, sobre todo, por costes de mantenimiento", señala Lobo. La intención de la firma es que la misma constructora se encargue de los sucesivos modelos (la de Huelva se la adjudicó OHL).

Lobo confía firmemente en el potencial de la producción de energía con biomasa, poco explotada en España precisamente porque pocas compañías tienen detrás un stock suficiente de cultivos que poner como garantía a los bancos (Ence cuenta con 80.000 hectáreas de bosques en el país, 60.000 de ellas en propiedad). De ahí que la biomasa cuente con la mayor prima energética (158,3 euros por MWh). "Necesitamos que se mantengan los sistemas de retribución de este régimen hasta que se desarrolle el sector. Pero estaremos dispuestos a ir ajustando tarifa a la baja a medida que la competitividad vaya mejorando. Hay margen para ello", sentencia.

La división energética, a por su salto internacional

Ence coloca más del 85% de su producción de celulosa fuera de España. La división energética de la compañía, centrada hasta ahora en el mercado interno, está preparándose para dar el salto al exterior."Estamos recibiendo muchas llamadas de fuera del país porque nos ven como un actor importante para el futuro", señala Jacinto Lobo. "La biomasa tiene futuro, porque es una energía autóctona que requiere recursos accesibles y una tecnología relativamente sencilla", apunta.Aunque el equipo internacional de Energía de Ence se está empezando a formar, el grupo sabe de determinados países donde podría funcionar bien. Entre ellos están Uruguay, donde Ence gestiona bosques, los países del Este de Europa y, sobre todo, China, todo un devorador de energía.

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