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Diálogos con Bill Drayton

"El mundo necesita más emprendedores para cambiar el sistema"

El premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2011 intercambió impresiones el pasado miércoles con Zaryn Dentzel, fundador de Tuenti, y el jurista Antonio Garrigues en la Fundación Rafael del Pino.

Bill Drayton, en el centro, acompañado de Antonio Garrigues y Zaryn Dentzel
Bill Drayton, en el centro, acompañado de Antonio Garrigues y Zaryn Dentzel

Bill Drayton, nacido en Nueva York hace 68 años, es responsable de Ashoka, la mayor asociación de emprendedores sociales del mundo. Creada en 1981 para identificar y apoyar a líderes en emprendimiento social desde el capital riesgo, su meta es elevar el sector público al mismo nivel competitivo que el empresarial. Estableció sus primeros contactos con India y hoy cuenta con una red global de 3.000 líderes emprendedores en más de 70 países.

Antes de su paso por Oviedo para recoger el premio Príncipe de Asturias, Drayton ofreció el pasado miércoles una charla en la Fundación Rafael del Pino, en Madrid, en la que también intervinieron Zaryn Dentzel, el creador de la red social Tuenti, y el jurista español Antonio Garrigues, presidente del Grupo Garrigues.

Drayton cree que los emprendedores sociales son ahora tan eficientes como las organizaciones empresariales. "Una crisis destruye algunas de las estructuras de la sociedad, lo que hace que los emprendedores sociales sean aún más necesarios", comentó. El estadounidense coincidió con sus dos contertulios en que "ésta es una época de gran confusión por definición" y destacó que "estamos pasando de las viejas jerarquías a organizaciones en equipo con objetivos en común".

La capacidad para adaptarse y producir cambios debe darse, en su opinión, desde las escuelas. "España podría ser un país muy competitivo si desde la adolescencia los jóvenes empezasen a ser emprendedores", exhortó. Los líderes sociales desempeñarían un importante papel, en el sentido de trasladar sus ideas a grandes grupos. "Allí donde esté el problema, necesitamos gente capaz de ver los fallos del sistema y cambiarlos".

Por su parte, Garrigues confrontó la dificultad de aplicar su modelo en países no anglosajones: "El sistema de valores de España es distinto; el liderazgo no es tan importante para la vitalidad de la sociedad". Pero Drayton cree que "estamos atravesando este terremoto todos juntos, y la misma solución podría ayudar a España o Indonesia". Se trata, desde su punto de vista, de modernizar la solidaridad y fomentar la empatía.

Dentzel, también estadounidense, sugirió que los jóvenes españoles siguen queriendo trabajar para el Gobierno o grandes compañías una vez licenciados y que, en los negocios, la "mentalidad del pelotazo" permanece fuertemente arraigada en la sociedad. Preguntado por la forma de crear un ambiente de inspiración, Drayton volvió a la idea de dirigirse a los más jóvenes y hacerles enteder que "son capaces de conseguir grandes cambios".

Una de las propuestas de Drayton para la creación de empleos, no mencionada en el debate, es la reducción de los costos de contratación en un 17%, eliminando los impuestos sobre la nómina, y el mantenimiento del balance presupuestario mediante la adición de tasas equivalentes sobre materiales, energía, terrenos y contaminación.

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