OHL pierde medio millón de pasajeros en su único aeropuerto
El tráfico de Toluca cae un 26% y los ingresos por cliente bajan un 13%
El grupo OHL está pinchando en lo que va de año en el aeropuerto mexicano de Toluca. El único activo aeroportuario de OHL Concesiones (49% del capital) sufre una sangría de pasajeros que la propia firma achaca a la competencia con el principal aeropuerto de México DF, el internacional Benito Juárez Ciudad de México.
Tras la salida de la aerolínea Mexicana de Aviación de este último, distintas compañías aéreas, especialmente Interjet, tratan de consolidar su posición en el mayor aeropuerto mexicano, lo que penaliza a la instalación de OHL.
Interjet es la segunda aerolínea mexicana por volumen de negocio y ha sido el gran cliente de Toluca. La firma tiene en su poder un 25% de cuota de mercado en vuelos domésticos y su estrategia de crecimiento se enfoca principalmente hacia el mercado internacional, lo que explica su interés por reforzarse en el Benito Juárez Ciudad de México.
Toluca ha recibido hasta el cierre del tercer trimestre un total de 1,2 millones de pasajeros, lo que representa una caída de 500.000 clientes (30%) sobre los 1,7 millones que pasaron por su terminal hasta octubre de 2010. Una pérdida que se acentúa en el tercer trimestre hasta el 40%.
Al efecto de la migración de operaciones de Toluca al aeropuerto Benito Juárez se suma una merma del 13% en los ingresos por pasajero, que pasa de 123 pesos a 107 pesos.
En términos de tráfico aéreo, los nueve primeros meses se saldan con 5.000 operaciones menos, lo que implica un retroceso del 26%.
Directivos de OHL han avanzado a los analistas que para paliar el descenso de tráfico la compañía va a poner en marcha acciones comerciales y, de forma paralela, activará un plan de recorte de costes.
Al margen de este borrón, OHL México mejora un 23% su beneficio hasta el 30 de septiembre pese a que las ventas descienden un 15%.
Cobro en efectivo
Ya en España, el grupo de Villar Mir no ha querido pillarse los dedos con la venta de su división de servicios medioambientales, donde destaca Inima, y ha puesto como condición a los ofertantes que el pago se realice en efectivo, según fuentes cercanas a la operación que intermedian GBS Finanzas y BBVA.
OHL intenta eludir de este modo los problemas que ha tenido ACS con la venta de Clece por supeditarla al cierre de la financiación. Los grupos coreanos GS Engineering & Construction y Posco son los que más fuerte han jugado. El volumen de la desinversión, que OHL pretende cerrar este mes, es de unos 200 millones.