Las rurales consideran que el nuevo FGD les perjudica
La constitución de un Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) común para todo el sector financiero no ha sentado bien a las cajas rurales. Estas entidades consideran que la configuración del nuevo instrumento les perjudica. Marta de Castro, secretaria general de la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (Unacc), critica que el FGD se limite a "integrar los patrimonios sin más, sin tener en cuenta de dónde vienen y cómo vienen". Es decir, que no tenga en cuenta ni el nivel de aportación previo que realizaba cada categoría de entidad a su FGD ni la cobertura de los ahorros que acumulaba hasta la fusión de estos instrumentos.
Tradicionalmente, las cajas rurales han destinado a su FGD un importe equivalente al 0,8 por mil de los depósitos que atesoran para garantizar los ahorros de sus clientes. En contraste, los bancos reservaban un 0,6 por mil y las cajas un 0,4 por mil. La cuota de estas últimas entidades varió en 2009. Tras la intervención de Caja Castilla La Mancha (CCM), el Banco de España exigió que la incrementaran al uno por mil.
Por lo pronto, el nuevo FGD común para toda la banca mantendrá esta disparidad en la aportación hasta que se apruebe una nueva norma europea al respecto.
De Castro también destaca cómo, a cierre de 2010, el FGD de las cooperativas cubría un 0,72% de los depósitos confiados al sector frente al 0,64% de los bancos. El porcentaje de las cajas a cierre del año pasado era cero porque todo el dinero en manos de su FGD, unos 1.900 millones de euros, se encontraba ya comprometido con operaciones previas de rescate. En 2009, su cobertura era del 0,35%.
La ejecutiva critica que el nuevo FGD no pueda decidir sobre las aportaciones a fondo perdido ligadas a las operaciones que protagonice el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
El pago de las pérdidas del FROB por parte del FGD no se regirá bajo el sistema de mayoría cualificada (apoyo de dos tercios del consejo) sino que basta que se apruebe por mayoría simple. En el FGD se encuentran representados por igual la industria (seis miembros) y la administración (otros seis), pero su presidente tiene voto de calidad.
Por eso, Marta de Castro considera que el FGD "actuará como mero cajero automático al que se le presentan al cobro las pérdidas de una operación decidida por otros y sin su conocimiento".
La ejecutiva comparte que el sector financiero contribuya a su recapitalización, pero considera que se podían haber recuperado otras vías utilizadas en el pasado.