Expertos en gasto público ven incompleta la reforma de las pensiones
Los expertos creen que la reforma de las pensiones aprobada por el Ejecutivo el pasado mes de enero va en la dirección correcta, pero no será suficiente para hacer viable el sistema. Así lo manifestaron ayer durante su participación en la presentación del nuevo número de la revista Geoeconomía, realizada por el Instituto Choisuel y el Instituto de Posgrado CEU y centrada en exclusiva en la reforma de las pensiones.
El más claro fue el exdirector de la Oficina Económica de Moncloa y presidente de Seopan, David Taguas, quien recalcó que el peso de los ingresos procedentes de las cotizaciones sociales sobre el producto interior bruto (PIB) se mantendrá estable a medio plazo en el 13% y que la única manera de aumentarlos sería elevando los tipos de las cotizaciones, "algo insolidario para las generaciones futuras". Por ello apostó por revisar ya los parámetros fijados en la reforma, y no en 2027 como está previsto, para desligar la prestación de la esperanza de vida estimada. Pese a ello defendió la reforma normativa emprendida por el Gobierno, "ya que supone una política de consolidación fiscal de primera magnitud sin costes en el presente", aunque remarcó "que solo soluciona una parte del problema".
En la misma línea, Rafael Doménech, jefe del Servicio de Estudios de BBVA, puntualizó que ni siquiera una mejora del empleo lograría aumentar los ingresos por cotizaciones de la Seguridad Social. "En los próximos años, por cada trabajador que se incorpore al mercado de trabajo, dos se jubilarán", recalcó. En la jornada también participó el exsecretario de Estado de Economía Luis de Guindos, quien dijo que la reforma "va en la buena dirección", pero que, en un contexto como el actual, "España no se puede permitir la percepción de que no cumplirá sus objetivos presupuestarios".
Fraude de 2,3 millones
La Policía Nacional desarticuló ayer una red de 25 personas en Madrid y Las Palmas, a los que acusa de un fraude de 2,3 millones en impagos a la Seguridad Social. Las empresas daban altas y bajas ficticias a sus empleados para que cobraran la prestación por paro.