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Escapada

Un trozo de historia con nueva vida en Gijón

Vista del patio de la Laboral Ciudad de la Cultura, de Gijón
Vista del patio de la Laboral Ciudad de la Cultura, de GijónPablo Monge

Contar las ventanas es un ejercicio de paciencia: se necesitarían horas. Lo mismo que para recorrer todas las instalaciones. Y es que se trata del edificio más grande de España, casi cuatro veces el tamaño del Monasterio de El Escorial, según algunas fuentes, y origen de la primera Universidad Laboral que existió en España.

Es la ahora denominada Laboral Ciudad de la Cultura de Gijón, conocida por los locales solo como la Laboral, que vive un renacimiento por empeño del expresidente del Principado de Asturias, Vicente Álvarez-Areces. Tras décadas en estado de semiabandono, con mucha de su superficie cerrada al público, Areces impulsó una resurrección de este complejo de edificios que vio la luz en 2007.

Ahora, los visitantes pueden degustar este trozo de historia desde varios ángulos. La arquitectura, el teatro, la música, el turismo, el arte, los libros, la educación y la divulgación se dan la mano en este espacio situado a las afueras de Gijón.

Pero ninguna remodelación puede borrar las huellas de los orígenes de la Universidad Laboral, que dio sus primeros pasos en 1945 como proyecto de orfanato minero. Cuentan las crónicas que lo decidió el entonces subsecretario del Ministerio de Trabajo, Carlos Pinilla Turiño, después de asistir a un entierro de víctimas de un accidente en la mina.

Las obras faraónicas culminaron en una inauguración en 1955 ya como la primera Universidad Laboral de España, en un complejo que reunió a los mejores arquitectos y paisajistas, y que combinó espacios para estudiantes internos, externos, talleres de capacitación laboral, un teatro con la mejor acústica del mundo (solo por detrás de La Scala de Milán, dicen los entendidos), piscinas, una Iglesia y una impresionante torre de 120 metros que ofrece las mejores vistas de Gijón y sus alrededores.

La Universidad Laboral ha sido prácticamente de todo en sus poco más de 55 años de vida, pero nadie recuerda que algún día estuviera completamente ocupada. Tampoco ahora. Su superficie lo impide y los costes del mantenimiento han estado a punto de provocar su ruina.

Areces la rescató de ella. El teatro vuelve a funcionar y alberga espectáculos de diversos géneros (La Oreja de Van Gogh y El Sueño de Morfeo tocarán allí en noviembre, por ejemplo, pero también ha espacio para el ballet, la música clásica o la zarzuela), la biblioteca se ha reabierto, hay continuas exposiciones y todos los días la Laboral acoge visitas guiadas donde la historia vuelve a hacerse presente.

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