Grecia aprueba la tasa inmobiliaria para cumplir con sus acreedores
El Parlamento griego ha aprobado una impopular tasa inmobiliaria con el objetivo de que el Eurogrupo y el Fondo Monetario Internacional liberen los 8.000 millones de euros del sexto tramo del rescate.
En una votación ajustada, el Gobierno griego logró el respaldo de 155 diputados, mientras que 142 votaron en contra en una sesión parlamentaria a la que asistieron 297 de los 300 legisladores, informó el presidente del Parlamento, Filipos Pechalnikos.
Grecia ha introducido este impuesto extraordinario -que deberán pagar también los desempleados y los jubilados- con el objetivo de recaudar 2.000 millones de euros para cubrir un agujero presupuestario de 1.700 millones que alejaba al país del objetivo de reducir este año el déficit al 7,6%.
El Partido Socialista Panhelénico (PASOK) del primer ministro Yorgos Papandréu cuenta con una estrecha mayoría de 154 de los 300 escaños del Parlamento helénico, aunque algunos legisladores han manifestado discrepancias por unos ajustes que han levantado una oleada de descontento ciudadano.
El voto a favor adicional provino de la diputada conservadora Elsa Papadimitriu, que abandonó este verano el mayor partido de la oposición, la conservadora Nueva Democracia, por discrepar de su política de negar el apoyo al Gobierno.
"Debemos hacer mayores esfuerzos y el gobierno debe de asumir medidas de más austeridad para conseguir sus objetivos", declaró unas horas antes el ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, en una rueda de prensa.
Añadió que "si Grecia pierde esta guerra el país retrocederá decenas de años y habrás sufrido una catástrofe equivalente a la derrota en una guerra, con la excepción de la pérdida de vidas humanas".
Durante la votación protestaron fuera del Parlamento heleno cientos de policías y guardias de frontera contra la reducción de sus ingresos, una protesta a la que se unieron también centenares de "indignados".
A la medida aprobada hoy se van a sumar también la reducción adicional del 20% en los salarios públicos, un recorte a las pensiones más altas y el envío a la reserva, un paso previo al despido, de 30.000 funcionarios.
Grecia afronta una semana crucial en la que se espera la vuelta mañana o el jueves de los supervisores internacionales de la llamada troika -formada por la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI-, indicó hoy el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.
La misión "volverá mañana o pasado mañana a Atenas", afirmó Juncker ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia), donde atribuyó el regreso de los expertos a una aproximación entre las posiciones de los inspectores y las autoridades griegas.
La troika abandonó prematuramente Atenas el pasado 2 de septiembre ante la falta avances por parte del Gobierno griego en la aplicación de programa de ajustes y reformas necesarios para recibir otro tramo de ayuda financiera externa.