En concreto, el indicador sobre la valoración de la situación actual por parte de los consumidores retrocedió a 32,5 puntos, desde los 34,3 enteros de agosto, mientras que el índice de expectativas aumentó en septiembre a 54 puntos, frente a los 52,4 del mes anterior.
La directora del Centro de Investigación de Consumo de The Conference Board, Lynn Franco, destacó que el pesimismo que existía entre los consumidores en el mes anterior se ha contagiado a septiembre, e hizo hincapié en la mayor preocupación que existe sobre sus ganancias previstas, "una señal que no presagia nada bueno para el gasto".
"Además, la evaluación de los consumidores ha descendido que por quinto mes consecutivo, una señal de que el entorno económico sigue siendo débil", añadió Franco.