El desafío de un académico
Pilota la mayor colocación del mercado español. El presidente de Loterías, profesor universitario, acumula una larga experiencia en la Administración.
Ha ascendido el Mont Blanc, el Kilimanjaro o el Elbrus. La montaña es la pasión de este catedrático de Economía Aplicada que no rehúye los desafíos. De escalar cuatromiles a colocar más de 7.000 millones de euros en el mercado. Aurelio Martínez Estévez fue nombrado en febrero de este año presidente de Loterías y Apuestas del Estado para dirigir la salida a Bolsa de la empresa que hace posible que los españoles cumplan sus sueños. El Consejo de Ministros aprobó el viernes la OPV y el próximo jueves 29 está previsto que la CNMV dé el visto bueno al folleto de la oferta.
El Gobierno le sacó de Navantia, los astilleros militares, para pilotar la que será la mayor colocación realizada en el mercado español. Antes estuvo en el Instituto de Crédito Oficial. La suya es una larga carrera como servidor público. "Siempre puedes contar con él", dice Joan Lerma, senador socialista y primer presidente elegido democráticamente de la Generalitat Valenciana. Se conocieron en la facultad -Aurelio Martínez iba unos cursos por delante-; más tarde fue su último consejero de Economía y Hacienda. Eran los principios de los años noventa. La institución tenía que empezar de cero. "Había que crear normativa, inventar de alguna manera recursos y hacerlo en circunstancias complicadas, con una reconversión industrial que nos tocó muy de cerca", recuerda Lerma. Las dificultades económicas les prepararon para afrontar riesgos y reforzaron su relación.
El presidente de Loterías nació en Zaragoza en 1947, aunque sus padres se trasladaron a Pamplona siendo un niño. Estudió el bachillerato con los jesuitas y empezó la carrera de Comercio. Las prácticas del servicio militar como alférez le llevaron hasta Valencia. En la ciudad del Turia conoció a su mujer, Ana Fuertes, catedrática de Economía de la Universidad Jaume I de Castellón. Y allí se estableció.
Aurelio Martínez ha sido señalado como ministrable. Un amigo de pupitre coincide en que pudo ser ministro. "Ya fue director del departamento de Economía del Gabinete de la Presidencia con Felipe González. Pero le llamó Lerma y le siguió", comenta. Los que le conocen dicen que no es un hombre hecho para la política. "Ha estado en ella por disciplina, porque se lo han pedido", asegura.
Al dejar la Consejería de Economía, Aurelio Martínez encabezó la candidatura del Partido Socialista del País Valenciano (PSPV-PSOE) a la alcaldía de Valencia. Rita Barberá, compañera de carrera, le venció en las urnas y él permaneció como concejal hasta 1999. Pedro Solbes, exministro y actual presidente del consejo del think tank Fride, confirma que no le divirtió ser candidato a alcalde.
Para Solbes, mentor de Aurelio Martínez en su etapa en La Moncloa y el ICO, el presidente de Loterías es fundamentalmente un académico. "Le gusta la universidad y disfruta exponiendo los temas que domina ante un auditorio", dice el que fuera su jefe en el Ministerio de Economía.
Lo confirma la caterva de alumnos con los que sigue en contacto. Uno de ellos, hoy a su vez profesor de la Universidad de Valencia, guarda un excelente recuerdo de sus clases de Estructura Económica. "Solía dar clase utilizando unos apuntes que llevaba consigo, sin apenas escribir en la pizarra", explica.
Los diferentes cargos en la Administración estatal y autonómica le han apartado de las aulas. "La vida le llevó a la política, pero siempre con un alto contenido técnico", precisa Solbes.
En 2004, el vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda lo llamó para presidir la agencia financiera del Gobierno. En opinión de Pedro Solbes, "disfrutó al máximo siendo presidente del ICO, organismo al que dio un gran cambio y para el que definió un excelente equilibrio entre lo público y lo privado". Los colaboradores de Martínez en esa etapa resaltan sus dotes como comunicador y su carácter apacible. "Sabe escuchar y atender. En algunos momentos, se ha tragado el sufrimiento", añaden.
José María Tomás Tío, presidente de la Fundación para la Justicia, de la que Martínez es patrono, destaca de él su fidelidad y compromiso. "Eso suele ser muy bueno cuando se desempeñan cargos públicos, pero en la vida privada también. Una persona íntegra no te falla". También le ve muy competidor, aunque "siempre deja salidas a los que no opinan igual". Este magistrado le agradece su implicación en los proyectos de la fundación, como los microcréditos o la mutilación femenina. Tomás Tío le dice en broma que siempre facilita el encuentro, excepto cuando sube una montaña o juega al dominó.
Con Ana María Fuertes, nombrada el pasado mes de junio consejera de Aena Aeropuertos, tiene cuatro hijos. æpermil;l es feliz subiendo una montaña en cualquier país. Ha ascendido a las emblemáticas cimas de los Alpes, África o la cordillera caucásica.
Es también un gran aficionado al fútbol. Es valencianista y del Osasuna en su corazón. Con otros profesores universitarios, ha participado en estudios que analizan las estadísticas del fútbol para predecir, por ejemplo, como acabará el campeonato de liga.
Es, además, un hincha solidario. Pertenece a la Peña Valencianista por la Solidaridad, que vive solo de los fondos de los particulares. Los recursos están en función de los resultados del Valencia; si el equipo gana, los peñistas pagan más. El dinero lo destinan a proyectos de cooperación relacionados con el deporte. Ya han construido 24 campos de fútbol en África y América. Lo importante es que la gente nunca deje de soñar.