Arrietty y el mundo de los dibujos
Aire fresco en el cine de animación después de Ponyo en el acantilado, que hizo las delicias de mayores y pequeños hace poco más de dos años. Hayao Miyazaki, la cabeza visible de Studio Ghibli, es coguionista de una historia en la que la ternura, la inocencia y la naturaleza son las protagonistas.
El genio creador de Mi vecino Totoro (1988) es el ideólogo de Arrietty y el mundo de los diminutos, una fábula desligada de las apolilladas pelis de dibujos animados de factura europea o estadounidense. Como tiene acostumbrados a sus espectadores, este anime es dulce, colorista y está lleno de esperanza.
Los seguidores de Hayao no se sentirán defraudados, ni tampoco los que aterricen por primera vez en su mundo. Para que no se pierdan, los nuevos aquí tienen una pequeña lista de cintas que no deben perderse: La princesa Mononoke, Nausicaä del Valle del Viento, El castillo en el cielo y las más recientes El viaje de Chihiro (2001) o El castillo ambulante (2004).
Una cinta recomendable para padres, madres, niños pequeños y mayores, adultos, casados y solteros. Pero cuidado, no se duerman y vayan a verla cuanto antes. Las joyas de Miyazaki no se caracterizan por su larga duración en la cartelera española.