Desunión y decepción
Merkel y sus socios de coalición, que juegan a comentarios temerarios diarios, siguen llevando una caja de Pandora en la cartera. En el fondo de la caja está la esperanza pero delante hay muchos males que pueden asolar a la maltrecha Europa, si no se maneja la tapa con cuidado. Y tras perder el tiempo por enésima vez en el Ecofin miserablemente durante el fin de semana, lo que el mercado ha interpretado esta mañana es que están intentando abrir la tapa, con un default de Grecia inminente si no le dan el siguiente tramo de ayuda, y encima con comentarios de que Grecia abandone el euro. La tapa de la caja de Pandora está casi abierta.
Jornada de duras bajadas ante la decepción del mercado porque Europa sigue como siempre, desunida por completo e incapaz de ponerse de acuerdo en nada. La quiebra de Grecia puede darse en cualquier momento. El peligro para el euro es máximo.
Lo que más me sorprende de todo esto es como Alemania parece que considere de verdad que a ellos plim porque yo duermo en Pikolín. Es muy normal y lógico que la inmensa mayoría de la población alemana no quiera nada de ayudas, nada de eurobonos. Son personas que no saben ni tienen que saber de economía. Son panaderos, taxistas, médicos, que hacen su trabajo, pero nadie les obliga a saber de economía. Pero los políticos sí deben saber, y parece mentira que no tengan claro que el desastre es para todos incluida Alemania. Y no hay más remedio que los políticos hagan lo que tengan que hacer para salvar este desastre, y esto no gustará a sus votantes.
Soros pone el dedo en la llaga con este comentario:
La opinión pública alemana aún comete el grave error de suponer que está en condición de decidir si quiere defender el euro o no defenderlo. Pero el euro ya existe, y los activos y pasivos del sistema financiero global están de tal modo interrelacionados sobre la base de la moneda común que el derrumbe de esta moneda produciría una catástrofe que ni las autoridades alemanas ni ninguna otra autoridad podrían contener. Cuanto más tiempo tarden los alemanes en darse cuenta de este hecho innegable, mayor será el precio que deberán pagar tanto ellos como el resto del mundo.
Ahora bien, ¿se podrá convencer a la opinión pública alemana? Aunque tal vez la canciller Angela Merkel no consiga persuadir de la validez de este argumento a todos los miembros de su coalición, podría contar con la oposición para crear una nueva mayoría dispuesta a respaldar las medidas necesarias para salvar al euro. Una vez resuelta la crisis del euro, Merkel ya no tendría que preocuparse tanto por la próxima elección.
Otro error muy importante, es el considerar los bonos alemanes como el gran valor refugio. Personalmente ya he dicho muchas veces que no lo entiendo. No veo dónde está el refugio si todo estalla y menos a esas rentabilidades ridículas.
Creo que está muy claro que el mercado actúa de forma emocional en este tema, y no analizando bien. Además esta operación poco recomendable de comprar bonos alemanes que tienen alto riesgo en realidad, retroalimenta el problema, pues para Alemania es un chollo financiarse a ese tipo, y se le pasa la prisa para solucionar el problema.
En mi opinión resumiendo mucho las cosas, la situación sería la siguiente:
1- No es momento de estudiar de quién es la culpa. La culpa es de todos. Es de los países que nos hemos cargado de deudas hasta las trancas, mientras algún presidente decía que la economía se aprendía en dos tardes. Es de los bancos que se volvieron locos. Es de los ciudadanos que se endeudaron hasta el cuello. Y también es de Alemania. Porque fue la primera que incumplió el pacto de estabilidad, y porque siempre hemos tenido que ir todos con el pie cambiado respecto al ciclo, para costear su reunificación. La UE de ahora es la que reunificada Alemania ha querido. Y cuando estaba mal, todos creciendo fuerte, nos tragamos los tipos bajísimos, lo cual salvo que sea el país de los ángeles lleva a terribles burbujas, y cuando todos estábamos hundidos como ellos crecían el BCE nos sube los tipos.
2- Si no hacen algo los políticos, la crisis se nos lleva a todos por delante. Y creo que se están olvidando las consecuencias sociales que la ruptura podría tener. Para empezar yo no descartaría revoluciones graves, e incluso en países como Grecia una involución política. Un golpe de estado militar si la situación se torna dramática ha sido comentada en diarios de EEUU no hace demasiado, citando informes de la CIA. Esto último no sé si es cierto o no.
Los políticos europeos están jugando a tirarse cerillas dentro de una gasolinera.
3- No cabe ninguna duda que si se toma alguna solución tiene que pasar porque los países endeudados tienen que seguir con las medidas de austeridad.
4- Las soluciones factibles, son el que Alemania se vaya del euro como ya expliqué detenidamente en agosto, junto con sus pequeños satélites, Austria, Finlandia y demás, o bien dos euros, uno normal para ellos, uno devaluado para los demás.
La otra son los eurobonos, que ahora mismo sigue pareciendo la más factible.
La idea de emitir eurobonos rojos, a precio de mercado por duro que sea para los que no tengan disciplina fiscal, y a coste bajo para los que cumplan los acuerdos, los bonos azules, que han presentado ya, es una muy buena idea.
Es muy normal que Alemania piense que si emite eurobonos, los países de siempre, terminen emitiendo más deuda para seguir la espiral. Pero si se ponen esta diferencia entre rojos y azules no tiene por qué pasar eso.
5- Las soluciones de inyección masiva de liquidez no están funcionando más que a corto plazo y aumentan cada vez más las deudas. Los eurobonos son la solución, y no es una cuestión de debate, es que no tenemos otra solución. O eso, o nos vamos todos a freir espárragos, incluida Alemania.
6- Con todo este Belén montado, no es momento ni de plantearse la palabra Bolsa, que debe estar vetada hasta que no se aclaren las cosas.