Siemens abandonda el negocio nuclear tras el 'apagón' atómico alemán
El presidente del consorcio alemán Siemens, Peter Löscher, anunció este fin de semana el abandono total del negocio nuclear por parte de su grupo. "Ese capítulo está cerrado para nosotros", afirmó Löscher en declaraciones al semanario Der Spiegel, cuya empresa ha participado durante décadas en la construcción de instalaciones atómicas en todo el mundo.
La decisión, comentó el alto ejecutivo de Siemens, es "la respuesta" de su empresa "al claro posicionamiento de la sociedad y la política en Alemania a favor del abandono de la energía nuclear", tras la catástrofe de Fukushima (Japón). Löscher considera determinante la decisión adoptada antes del verano por el Bundestag de cancelar la producción nuclear en el país de forma progresiva hasta 2022 y, por tanto, de clausurar sus 17 centrales atómicas. Fue en su opinión una respuesta a la "rotunda" oposición política y social de Alemania respecto a la energía nuclear.
El presidente de Siemens anunció que su grupo dejará a partir de ahora de participar en la construcción de instalaciones completas y que solo fabricará componentes para turbinas que también se usan en centrales eléctricas convencionales.
En esta línea, Siemens cancelará el proyecto para crear una alianza con el consorcio nuclear ruso Rosatom, con el que espera, sin embargo, colaborar "en otros campos".
En 2009, la mutinacional alemana decidió unir sus fuerzas con Rosatom en 2009, pero fue denunciada por el fabricante francés de reactores, Areva, antiguo socio de Siemens. Ambas participaban en el proyecto de construcción de la nueva central nuclear de Finlandia, cuyo retraso y encarecimiento ha llevado a finlandeses y franceses a un pleito internacional. Siemens abandonó y Areva también la denunció por incumplimiento de contrato.
Löscher calificó como "proyecto del siglo" la nueva política energética alemana y considera "factible" el objetivo de elevar hasta un 35% la generación de electricidad a partir de fuentes renovables en 2020. Un sector en el que Siemens viene invirtiendo confuerza desde hace tiempo.
Sólo tres fabricantes de reactores de vanguardia
Aunque Siemens no fabrica reactores (sólo lo hizo en su día, cuando Alemania comenzó a construir sus centrales nucleares y, más tarde, en asociación a la francesa Framatome, antecesora de Areva) sí cuenta con una importante división de componentes para la llamada "isla nuclear": intercambiadores de vapor, alternadores, etc. En estos momentos, los tres únicos fabricantes de reactores de tercera generación en el mundo son las estadounidenses Westinghouse y General Electric (ambas en manos japonesas, de Toshiba y Mitsubishi, respectivamente) y la estatal francesa, Areva.Quedaría el grupo ruso Rosatom y otros locales en China y Corea, aunque estos últimos se limitan a fabricar reactores de segunda generación que son una adaptación de los correspondientes americanos y franceses.