Las elecciones presidenciales del RACE baten récord con siete candidatos
El próximo 6 de octubre, siete candidatos pelearán por la presidencia del RACE (Real Automóvil Club de España). La cifra es récord en la historia del centenario club. Las elecciones son decisivas y llegan después del fracaso rotundo del proyecto de escisión de la sociedad, impulsado por la actual dirección. La última palabra la tienen los 17.000 socios de la entidad.
En la pléyade de candidatos destacan las figuras de dos expresidentes, Juan Luis Huidobro (2002-2007), Javier Gullón (2007-2009) y Carmen Boulet, secretaria general dimisionaria del último consejo y primera mujer candidata a la presidencia de un club automovilístico.
A estos tres se suman Jerónimo Sanz, Carmelo Sanz, Tomás Zumárraga y el actual presidente del RACE, Ramón García Moliner. La candidatura de García Moliner ha levantado suspicacias, máxime a la luz del abrupto final de su mandato. Moliner fracasó en su plan de separar el grupo de empresas del RACE, con una facturación anual de unos 100 millones de euros, para sacar a la venta el 49% del negocio. Los socios votaron en contra y rechazaron además las cuentas de 2010 y los presupuestos de 2011. A Moliner no le quedó otra salida que convocar elecciones. Ahora vuelve a presentarse y con el mismo proyecto.
El futuro del circuito del Jarama, cuyos terrenos, junto con los del club de golf del RACE, suman 200 hectáreas, y del grupo empresarial están en juego en estas elecciones. Los candidatos no cierran la puerta a la creación de un nuevo circuito en otro lugar, siempre que sea económicamente viable.
Otro asunto es cómo dirigir la sociedad. El expresidente Huidobro propone una gestión ejecutiva, en el que el día a día recaiga directamente en manos del presidente y el consejo (remunerados). En contraste, tanto Boulet como Gullón apuestan más por delegar la gestión a ejecutivos profesionales, mientras que el consejo no percibiría remuneración alguna, salvo las dietas.
Boulet defiende un profundo plan de austeridad para optimizar los gastos y el expresidente Gullón busca un consenso que devuelva la paz social a la entidad.
Bajo la sombra del RACC
Lo que predispuso a muchos de los socios del RACE en contra del actual grupo gestor fue la revelación de que el principal aspirante para hacerse con las empresas de asistencia en carretera (Rasisa) y las aseguradoras Unacsa y Asegurace era el RACC (Real Automóvil Club de Cataluña).La venta del 49% del grupo de empresas iba a proporcionar unos ingresos mínimos de 50 millones. Los opositores también rechazaban los términos económicos de la operación, al considerar que suponía "malvender" los activos. La segregación del RACE ha quedado, de momento, enterrada.