Suben libros y maquetas, bajan DVD y chismes
Septiembre es la temporada alta en el lanzamiento de coleccionables
Los vaivenes del mundo editorial, en época de incertidumbre, no afectan demasiado al sector de los coleccionables, que parecen gozar de cierta salud. Con la llegada de septiembre, como cada año, la publicidad televisiva en determinados horarios parece no tener otro objeto que el de hacernos visitar los quioscos, donde enormes cartulinas coloristas promocionan los lanzamientos de las primeras entregas, a precio rebajado.
Al tener solo dos momentos de eclosión -el actual y comienzos de año-, es fácil seguir la evolución del sector, dominado hoy por hoy por tres firmas -Altaya-Planeta, Salvat y RBA- a través de sus apuestas de cada temporada.
En esta ocasión, el balance parece ser más favorable a las colecciones con libros y las que permiten construir una maqueta a través de la entrega de sucesivas piezas. De este último tipo es posible elaborar un Citroën 2 CV, el acorazado Bismarck, un caza Spitfire británico y un tanque Panzer Tiger, en tres muestras de la permanente vigencia de la II Guerra Mundial en este sector.
Según explica Albert Serra, de RBA, las que han bajado en cambio son "las colecciones de DVD, que han pagado caro la espectacular evolución de los soportes digitales y las descargas de internet. También cayeron las de gadgets en miniatura -soldados, molinillos, relojes-, que arrasaban hace unos años". Hace apenas cinco años, las dedicadas a rosarios o a figuritas de la marca austriaca Swarovski se agotaron en quioscos en los primeros días de su lanzamiento. Este año, aún quedan algunas novedades en este terreno: unas joyas con motivos de Hello Kitty, y una colección de abanicos con los motivos propuestos por distintos diseñadores bien conocidos.
Para RBA, los mayores éxitos en los últimos tiempos han sido, según explica Serra, "una colección de novela romántica, en la que igual que en el cine funcionan los subgéneros con personajes fantásticos, como vampiros en institutos, amantes inmortales o highlanders escoceses. Y también las colecciones infantiles lúdico educativas, como una de construir hueso a hueso un cuerpo humano de 1,10 metros, una de insectos -reales- del mundo u otra de minerales". En este mismo terreno se mueven este otoño un curso de ajedrez o el inevitable de inglés.
"En contra de la creencia popular, los primeros números son deficitarios, especialmente si se respaldan con una campaña de televisión. Son los márgenes unitarios de las sucesivas entregas con los que se recuperan las inversiones", explica Albert Serra. Según la experiencia de RBA, en el caso de sus productos más exitosos, hasta un 50% de quienes compran el lanzamiento completan la colección. En una mayoría de los casos, la cifra se queda en un 20%. Las editoriales garantizan que todas las colecciones se terminan, y los compradores siguen fieles a los quioscos: apenas un 5%-10% de quienes acaban una serie se suscriben.