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No cumple las condiciones previstas por ley

Un tribunal sueco rechaza la solicitud de suspensión de pagos de Saab

El tribunal de Vänersborg, al oeste de Suecia, rechazó hoy la solicitud del fabricante de automóviles Saab Automobile para reestructurar la empresa y suspender pagos para protegerla de sus acreedores debido a la falta de fondos.

La resolución de la corte sueca señaló que Saab Automobile no cumple las condiciones incluidas en la ley para acogerse a este modelo y someterse a administración judicial, y que "no se puede presumir razonablemente que el propósito de la reconstrucción se pueda alcanzar" debido a la delicada situación de la empresa.

El plan presentado por la firma sueca para solucionar su problema de liquidez incluye como fundamento principal el acuerdo con los inversores chinos Pang Da y Youngman, firmado este verano, pero este debe de ser aún aprobado por las autoridades chinas, y según el dictamen, no está "claro" si lo van a aprobar ni cuándo.

Saab Automobile hace referencia también a que mantiene negociaciones con otros posibles inversores, pero según el tribunal, son informaciones "demasiado generales", de ahí que concluya que "no está claro cómo la empresa va a poder solucionar su crisis de liquidez y continuar con su actividad".

Este tribunal aceptó una solicitud de reestructuración de la firma sueca en febrero de 2009, lo que le permitió permanecer bajo administración judicial seis meses.

Pero a pesar de las inyecciones de capital el problema financiero permanece, de ahí que ahora no considere que la anterior reconstrucción haya sido exitosa.

A diferencia de entonces, la producción ha permanecido parada desde finales de marzo, lo que ha resultado en la pérdida de prestigio de la marca, de ahí que las condiciones para aceptar la solicitud, que afecta también a las filiales Saab Powertrain y Saab Tools, "no parezcan mejores ahora que en 2009", según el fallo.

Saab Automobile tiene hasta el próximo día 29 para apelar la resolución del tribunal, que la deja en una situación muy delicada, ya que además de las deudas con los proveedores de cerca de 7.000 millones de coronas suecas (777 millones de euros, 1.090 millones de dólares), no paga a sus empleados desde julio.

Los sindicatos suecos representados en Saab Automobile -que emplea a unos 3.600 trabajadores, cerca de 10.000 si se cuenta a las empresas que colaboran con ella- han anunciado reuniones en las próximas horas para decidir si presentan una solicitud de quiebra, que dejaría al fabricante de coches al borde de la desaparición.

La ministra de Industria sueca, Maud Olofsson, se mostró sorprendida por la decisión del tribunal y llamó a la cautela para esperar a qué deciden hacer tanto la compañía como los sindicatos.

Desde que Saab Automobile declaró la primera suspensión de pagos en febrero de 2009, la situación ha ido empeorado progresivamente. La aparición hace un año como compradora de la firma holandesa Spyker Cars, rebautizada Swedish Automobile, evitó que la estadounidense General Motors, propietaria de Saab, la desmantelara como tenía previsto.

Pero las dificultades para encontrar nuevos inversores y la imposibilidad de reanudar la producción han vuelto a colocar a Saab Automobile en una situación muy comprometida, agravada más aún con la resolución de hoy del tribunal de Vänersborg.

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