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Pequeños gigantes | Laboratorios Leti

Un siglo de I+D farmacéutica en España

Laboratorios LETI fue pionero en la elaboración de antibióticos y vacunas y en la actualidad se ha consolidado en productos de alta gama para cuidados de la piel

Todas las madres conocen lo que es la piel atópica y muchas saben que nuestros productos ayudan a mejorar a sus hijos". Esta frase de Jaime Grego, presidente de Laboratorios LETI, ejemplifica muy bien lo que es esta compañía farmacéutica, una empresa no conocida por el gran público pero muy bien valorada por quienes a lo largo de su casi centenaria historia han utilizado alguna de sus vacunas, cremas o geles para el cuidado de la piel.

Alrededor de un 20% de los niños sufren en algún momento dermatitis atópica, muy ligada a un proceso alérgico, lo que les causa enrojecimiento y picazón. Para combatirla, este laboratorio cuenta con la gama LetiAT4, con champús, crema facial, de baño, leche corporal o geles. "Nuestro modelo es tener productos claramente superiores a lo que hay en el mercado, que nuestros productos sean considerados como un medicamento, aunque realmente no lo sean", explica Grego.

El laboratorio divide su actividad en tres unidades de negocio: dermatología y cuidado personal (donde, aparte de cremas para la piel atópica, existen más de 60 variedades de productos para piel sensible, nariz y labios, epidermis con rojeces, cuidado de los bebés, embarazadas y piel seca), productos de diagnóstico y para la investigación, y alergia.

Uno de los productos que más vende LETI es el Depigoid, una vacuna para prevenir las alergias a gramíneas, hierbas y árboles

Entre los servicios de diagnóstico, LETI fue pionera en introducir, por ejemplo, los test de embarazo -"gracias a los que salvamos miles de ranas", bromea el presidente-, el test de VIH en saliva, además de otros marcadores para bacterias o diferentes virus.

Pero donde el laboratorio es muy fuerte es en el área de vacunas. Cada año ponen a disposición de las autoridades del país, aseguran, 2,5 millones de dosis de distintas vacunas, que fabrican en su planta de Tres Cantos. Esta es la unidad de negocio con la que la compañía comenzó.

Alrededor de 1919 brotó el germen del Laboratorio Experimental de Terapéutica Inmunógena (LETI), fundado por el joven doctor Pedro Domingo en Barcelona. "Era un proyecto muy avanzado para la época. En 1922 ya trabajaba en vacunas, en un laboratorio anexo a una farmacia. La forma de fabricar era muy diferente a la de ahora", relata Grego. Fue el primer laboratorio autorizado internacionalmente para desarrollar la vacuna antigripal en España y "los primeros en la Europa continental en producir penicilina", asegura su presidente.

"De aquel LETI que arrancó queda muchísimo. Siempre se ha mantenido la idea de innovar. Dependemos muy poco de terceros, ya que el 70% de nuestros productos los desarrollamos nosotros, lo que nos permite disponer de muy buenos artículos para salir con garantías al exterior. De hecho, ya exportamos por valor de un tercio de nuestro negocio", explica Grego.

En 1949, LETI participó, junto a otros laboratorios como Abelló o Zeltia, en la creación de Antibióticos, SA, la que fuera primera multinacional española del sector. Durante los primeros años, el sobrino del fundador de LETI, Federico Mayor Domingo, fue director general de esa joint venture de éxito. Hasta que Mario Conde y Juan Abelló, que controlaron la dirección en los ochenta, la vendieron a la italiana Montedison. "Antibióticos fue un gran éxito, pero adormeció a los gestores de LETI", cree Grego.

Fue precisamente en los primeros años ochenta cuando el actual presidente tomó el control de LETI. Mayor Domingo había sido gerente del laboratorio y era suegro de Grego, por lo que le animó a hacerse cargo de una empresa que no pasaba por sus mejores momentos. "Hundir una compañía no es tan fácil como parece", ironiza. En 1985 ya era presidente y poco a poco se convirtió en el socio mayoritario. Su apuesta fue continuar allá donde eran fuertes, como las vacunas; impulsar el negocio del cuidado personal, en el que el laboratorio daba sus primeros pasos, además de internacionalizarse.

"Quisimos mejorar la tecnología en la producción de vacunas a la vez que encontrar una alternativa a la inmunoterapia. Esto último no lo conseguimos, pero sirvió para alcanzar una nueva generación de tratamientos. En ese momento, en el año 2000, nos dijimos que íbamos para Alemania. Podíamos hacerlo porque teníamos algo novedoso y patentado". En ese país alcanzaron un acuerdo de distribución de sus productos con Novartis.

Uno de los superventas de LETI proviene precisamente del mundo de las vacunas. Se llama Depigoid y se usa como prevención de las alergias a gramíneas, hierbas y árboles. Otra de las apuestas de la firma para el futuro es el campo de la investigación de la leishmaniasis, patología parasitaria que se transmite principalmente a través de los perros, para lo que han patentado el estudio de la proteína Q.

Grego resume el espíritu para los próximos años: "Somos uno de los cuatro mayores laboratorios del mundo en vacunas. Queremos continuar en áreas donde podamos ser líderes".

"El hombre del cheque"

El trabajo de Jaime Grego no tenía nada que ver con los laboratorios farmacéuticos. Doctor en Empresariales por Harvard, fue profesor en esta universidad, por lo que vivió en EE UU. Volvió a Europa para hacerse cargo de la vicepresidencia y dirección financiera de la división de cine y televisión de Polygram, con sede en Alemania. Era "el hombre del cheque", como le llamó en alguna ocasión la cantante y actriz Barbra Streisand. En esa época participó en la producción de Missing, que se llevó la Palma de Oro del Festival de Cannes en 1982.Hasta que Philips y Siemens decidieron vender esa joint venture del cine y Grego volvió a España. LETI había pertenecido a la familia de su esposa, así que se arriesgó en la aventura de reflotar el laboratorio. "Deseaba dar la vuelta a mi vida y emprender. Quería trabajar para mí", reconoce.Actualmente es una empresa controlada al 90% por su familia, donde sus hijos ocupan cargos en el consejo de administración. Y la experiencia le ha llevado a ser el actual presidente de la Asociación Catalana de la Empresa Familiar.

Datos básicos

Cifras.La plantilla de LETI está compuesta por 366 personas, un 30% de las cuales son licenciados o doctores. El 67% son mujeres. De junio de 2010 a junio de 2011 la empresa ha facturado 74 millones de euros.Crisis. El presidente de la firma reconoce que la crisis les ha afectado, pero se han salvado, en parte, porque los recortes en la factura pública de fármacos no les ha golpeado directamente. "Muchos de nuestros productos no son medicamentos. Queremos que la gente los pruebe y les compense pagar por ellos". Sí reconoce que los hospitales les pagan con retraso, a 280 días. También deben estar muy pendientes de las farmacias, que por la situación económica reducen bastante su stock.Filiales. Fuera de España, LETI cuenta con sedes en Portugal y Alemania, país este último en el que realizan ensayos clínicos. Además comercializa sus artículos en países de la Unión Europea y Latinoamérica, mientras lleva adelante una expansión programada a EE UU. "Nuestra estrategia, junto a la innovación, es la entrada a nuevos mercados", comenta su presidente.

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