La huida hacia la calidad tumba el rendimiento del bono alemán
El mal dato de paro en EE UU ha hundido las Bolsas y ha hecho saltar otra vez las alarmas ante una posible vuelta a la recesión. Los inversores huyen de la renta variable y se refugian en la deuda alemana. La rentabilidad del bund a 10 años marca mínimo histórico en el 2,02%.
Cuando el miedo hace acto de presencia, los inversores huyen a los activos considerados más seguros, como el bono alemán, el franco suizo o el oro. El efecto hoy ha sido instantáneo: las compras masivas de deuda germana han provocado una fuerte caída de su rentabilidad, que se mueve de forma inversa a su precio.
El rendimiento del bono alemán a 10 años se sitúa en el 2,02%, frente al 2,13% de última hora de ayer. Nunca antes la rentabilidad del bund había caído hasta esos niveles. El movimiento es similar en todos los plazos. La deuda germana a cinco años paga un 1,09% en lugar del 1,23% de la jornada previa, y las letras a dos años, el 0,53%, frente al 0,63%.
El dinero sale de la renta variable, todas las Bolsas europeas caen con fuerza, pero también de la renta fija soberana de los denominados países periféricos. El rendimiento del bono español a 10 años aumenta hasta el 5,11%, frente al 5,05%, y el del italiano, hasta el 5,25% frente al 5,15%. De ahí que la prima de riesgo española haya escalado hasta el entorno de los 310 puntos básicos frente a los 291 a los que cerró ayer.
Se repite la constante de que, a mayor miedo, a Alemania le cuesta menos financiarse y más a los denominados países periféricos. Curiosamente, pese a que los datos que han desatado el miedo proceden de Estados Unidos, el dinero no deja de comprar su deuda en los momentos de mayor tensión y el Treasury a 10 años paga un 2,044%, frente al 2,13% de ayer.
Franco suizo y oro
Los otros dos refugios en caso de tormenta, el franco suizo y el oro, también experimentan subidas de precio. El franco sube hasta las 1,115 unidades por euro, frente a las 1,134 de ayer. El franco alcanzó un máximo frente a la moneda única en las 1,03 unidades el pasado 10 de agosto, lo que obligó al Banco Central de Suiza a intervenir para frenar su revalorización.
Igualmente, los futuros del oro con entrega en diciembre se dispara en torno a un 3%, hasta los 1.875 dólares por onza. Si sitúa, no obstante, por debajo del máximo histórico de 1.918 dólares que alcanzó el mes pasado.