La capital mundial estable del deporte
Lausana es una apacible localidad milenaria que disfruta de la belleza del lago Léman.
Que una ciudad con menos habitantes que Huelva o Badajoz sea la capital mundial en un apartado tan significativo y económicamente rentable como el deporte es consecuencia de la extraña lógica con la que se ha desarrollado la historia de Suiza. Pero ahí está Lausana, orgullosa y mundialmente renombrada por su condición de sede del Comité Olímpico y de otras 16 federaciones internacionales, aunque bien valga una visita por su clima suave, sus vistas alpinas y su hermosísima ribera del lago Lemán.
De hecho, para el visitante no profesional, el único punto de interés turístico relacionado con esa capitalidad deportiva es el Museo Olímpico. Situado a la orilla del lago, en la salida este de la ciudad, es una instalación fundada por Juan Antonio Samaranch con el apoyo, entre otras personalidades, del rey Juan Carlos, quien, seguramente, tiene un buen recuerdo del lugar, puesto que aquí pidió oficialmente la mano de la reina Sofía.
De tamaño relativamente modesto, pero con unas instalaciones lujosas y modernas, el museo permite contemplar objetos históricos de los distintos Juegos Olímpicos: una galería completa de las antorchas empleadas, recuerdos, fotos de los instantes cumbre de cada evento... La visita al lugar puede completarse con un almuerzo en su hermosa terraza, con inmejorables vistas al lago -Montreux y el corazón de Suiza al este, Francia al oeste- y que se alquila para distintos eventos.
Practicar más que apoyar
Curiosamente, Lausana no es en cambio una ciudad con una gran tradición en deporte de competición. Su equipo de fútbol navega sin brillantez por la poco prestigiosa liga suiza, y la pasión local se centra más bien en el hockey sobre hielo. Eso sí, los habitantes de la ciudad disfrutan tanto con la navegación a vela por el lago como con el esquí en los cercanos Alpes, mientras que ciclistas y practicantes del footing pueblan de continuo la hermosa zona próxima al puerto de Ouchy.
El casco viejo en sí está unas cuantas cuestas arriba, por lo que es preferible el desplazamiento en el confortable y moderno metro de la ciudad. La Lausana original está asentada sobre tres colinas bastante empinadas, como corresponde a la región.
La catedral es el monumento más relevante, uno de los más destacados ejemplos del gótico helvético y testimonio de la época en la que la ciudad se encontraba bajo la órbita de los ducados franceses.
La zona comercial del centro de la ciudad es una de las más afamadas de toda Suiza, y también atrae numerosos visitantes su célebre escuela de negocios, el International Institute for Management Development (IMD), también con su campus a orilla del Lemán.
Guía para el viajero
Cómo irEl aeropuerto de Ginebra, con numerosas conexiones con España, se encuentra apenas a 40 kilómetros del centro de Lausana.Dónde dormirEl Beau-Rivage Palace (www.brp.ch) lleva siglo y medio como eje de la vida social y el turismo más chic junto al puerto de Ouchy. Su rival histórico es el Palace & Spa (www.lausanne-palace.com), preferido de los políticos por su aire más funcional, dentro del lujo.Dónde comerAnne-Sophie Pic, elegida la mejor chef del mundo, se ha hecho cargo de las mesas del citado restaurante Beau-Rivage. También está cerca de Lausana, en Crissier, el Philippe Rochat, que fue considerado hasta 1995 el mejor restaurante del mundo bajo las órdenes de Freddy Girardet. Después de su retirada, recuperó las tres estrellas Michelin a las órdenes de su sucesor (www.philippe-rochat.ch).