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Exposición 'Devorar París. Picasso 1900-1907 '

Hambre de genio

Pablo Picasso. Le Moulin de la Galette. 1900
Pablo Picasso. Le Moulin de la Galette. 1900

Un chaval de 19 años que da el salto desde provincias a la moderna Barcelona, y de allí, al ombligo del mundo: París. Un viaje iniciático en el que el aprendiz de pintor se transforma en figura de magnitud histórica. Y un trayecto en el que se pierde a un amigo y con él la inocencia adolescente.

Lo que parece el argumento de un blockbuster a la española es en realidad el arranque de la biografía profesional de uno de los artistas más rompedores de la historia, Pablo Ruiz Picasso (1881-1973). El mítico malagueño no dudó en lanzarse sin red a la moderna vorágine que fue el siglo XX, y por esa osadía le homenaje el museo barcelonés con su nombre.

La exposición Devorar París. Picasso 1900-1907 recoge, desde el pasado 1 de julio y hasta el 16 de octubre, 50 obras realizadas en el periodo de formación de su personalidad artística más otras 40 de colegas de profesión que ejercieron de uno u otro modo una influencia en su imaginario.

Discurriendo sobre la línea del tiempo, la muestra comienza con la llegada del joven Picasso a la capital cultural del mundo, el París de 1900. Allí y entonces se instala en el corazón de la bohemia, el barrio de Montmartre, junto a dos compañeros, Carles Casagemas y Manuel Pallarés. Aunque esta primera incursión dura poco -Picasso volverá a Barcelona a los pocos meses-, el contacto con la obra de artistas como Toulouse-Lautrec, Steinlen y Van Gogh le imprimirá una huella imborrable.

El año siguiente será decisivo. Picasso expone por primera vez en la mítica galería Vollard, y su amigo Casagemas se suicida tras haber sido abandonado por su amante. La tragedia cala hondo en el artista, que plasma su dolor en un cuadro que marcará el inicio de su periodo azul, que se prolonga hasta 1904.

La nueva paleta picassiana llega acompañada de nuevos temas, más evocativos y plenos de simbolismo. Y también conlleva una nueva percepción del volumen y el espacio -cuya tridimensionalidad se pone en perspectiva-, que desembocará pocos años después en el cubismo.

La mudanza definitiva a la capital francesa se produce en 1904. Picasso se instala en un estudio ubicado en un edificio plagado de artistas, escritores y modelos, que componen un entorno ideal para apuntalar su espíritu creativo. De ahí, a la eternidad. Lo que está por venir, sentará los fundamentos mismos del arte del siglo pasado.

Fechas

La exposición Devorar París. Picasso 1900-1907 estará abierta hasta el 16 de octubre en el Museo Picasso de Barcelona.

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