El precio de las emociones fuertes
Los numerosos rescates en el Pirineo hacen que se estudie el copago y la limitación de acceso.
Aragón ha encontrado una auténtica mina de oro en el senderismo. De los 40.000 kilómetros registrados en España, más de 8.000 corresponden al territorio aragonés. Este deporte se ha convertido en uno de los principales motores de la economía aragonesa. Pero este verano ha arrojado un dato preocupante: el número de rescates de excursionistas atrapados en el Pirineo es muy superior al contabilizado en Francia, donde existen bastantes más montañeros.
Los expertos subrayan que se trata de un problema de educación. "Hay gente que se lanza a la montaña sin tener en cuenta que, como en otros deportes, se precisa de unapreparación y de un equipamiento adecuados, además de una información previa (sobre alteraciones climatológicas, características del terreno, distancias entre refugios o alberges, etc) que resulta imprescindible, dice Modesto Pascau, fundador de la empresa Proyectos y Realizaciones Aragonesas de Montaña, Escalada y Senderismo (PRAMES). Una de las compañías pioneras en el sector y que centra su negocio en un amplio abanico de actividades impulsoras del ecoturismo, desde la construcción de refugios y albergues hasta la señalización y la rehabilitación del patrimonio rural.
Entre los últimos rescates se cuenta el de una pareja de excursionistas , con un bebé de once meses, En esta ocasión, la Guardia Civil únicamente tuvo que utilizar un todoterreno. Pero lo intrincado de los parajes en los que se adentran los barranquistas hace que frecuentemente haya que recurrir a los helicópteros.Estos rescates exigen la intervención de personal cualificado y de dotaciones que cuestan mucho dinero.Tanto que ya han empezado a estudiarse alternativas como el copago de las operaciones, cuando la imprudencia sea manifiesta, o las limitaciones de accesos a zonas especialmente peligrosas.Si quines cometen una imprudencia en la carretera son multados, no hay razón para que las cometidas en la montaña salgan gratis.
Los franceses tienen muy claro que, para enfrentarse a la montaña, lo mejor es recurrir a un guía de la zona. Entre los españoles, esta práctica va calando poco a poco, pero todavía hay demasiada gente que va "por libre", seducido por la belleza del paisaje y sin tener en cuenta el alcance de sus fuerzas y lo adecuado de su dotación. Frecuentemente, lo que empezó como un paseo idílico se transforma en una pesadilla: falla la resistencia física, se sufren fuertes oscilaciones térmicas , episodios de claustrofobia o de angustia...
PRAMES se ha volcado en la configuración del denominado "sendero ideal", que combina el entorno con la riqueza de su fauna y flora y una dotación asistencial (hoteles, refugios o campings) que proporcionan seguridad y aseguran el bienestar del senderista. Sin desaprovechar la ocasión para divulgar entre los visitantes la riqueza del patrimonio cultural de la zona y promocionar el comercio de sus productos artesanos.