La oficina arrasa en taquilla
'Cómo acabar con tu jefe', que se estrenará en España en septiembre, resucita la comedia adulta en EE UU.
El éxito inesperado del verano en las taquillas estadounidenses va sobre oficinas. Horrible Bosses -que en España se estrenará el 16 de septiembre con el título de Cómo acabar con tu jefe- es una comedia en la que unos empleados deciden matar a sus abusivos jefes. Su éxito resulta sorprendente en varios sentidos: por la escasez de películas rodadas sobre el mundo laboral, por un lado, y por su condición de comedia que fue estrenada con "calificación para adultos" y, por tanto, con un reducido público en el panorama actual del cine comercial.
Sin embargo, Cómo acabar con tu jefe ha recaudado más de 120 millones de euros desde su estreno, quintuplicando de entrada la inversión y convirtiéndose en la tercera comedia para adultos de la última década tras las dos partes de Resacón en Las Vegas. Las críticas han sido también bastante favorables por lo general, aunque con algunas protestas por los chistes políticamente incorrectos, en particular machistas, racistas y homófobos.
Otro incuestionable punto fuerte de la película es su reparto. Los tres jefes insoportables son Kevin Spacey, Colin Farrell y Jennifer Aniston, que en todos los casos se tomaron un interés particular en aportar a sus personajes e introducir improvisaciones en los diálogos. Aniston, por ejemplo, tomó la decisión de cambiar su conocida cabellera rubia por un pelo más oscuro para poner distancia con sus habituales personajes de carácter más dulce.
Los tres representan tres males en la dirección de empleados: Spacey es un tirano cruel, Aniston una acosadora y Farrell un incompetente -y cocainómano- que ha heredado la empresa de su padre. Sus abusos llevarán a los protagonistas -interpretados por Jason Bateman, Charlie Day y Jason Sudeikis, formando un tradicional trío de amigotes a la americana- a planear su asesinato, para lo que llegarán a pagar a un supuesto "consultor de homicidios", al que encarna Jamie Foxx.
Pese a su postrer éxito, el rodaje de la película ha tomado los habituales vericuetos de la producción hollywoodiense, posponiéndose durante seis años desde que el guionista Michael Markowitz vendiera el proyecto. Finalmente, la dirección cayó en manos del casi novato Seth Gordon, que tras el éxito ha admitido trabajar en una adaptación del best seller de economía pop Freakonomics y haberse puesto en marcha para comenzar los preparativos de una secuela de esta película.
Hollywood apostó pocas veces por el tema
El éxito de Cómo acabar con tu jefe ha llamado la atención sobre las escasísimas veces en las que Hollywood ha reflejado el mundo laboral común y corriente como escenario para sus películas. Quizá la más conocida y demoledora sea Glengarry Glen Ros (1992), con guion de David Mamet, en la que un grupo de agentes inmobiliarios intentan conseguir un Cadillac para el que más venda, y eludir el despido para el que menos. La película se beneficia de un reparto cuajado de estrellas: Al Pacino, Ed Harris, Alec Baldwin, Kevin Spacey...En ella también interviene el auténtico rey de las películas de este tipo, como corresponde a un actor que durante décadas representó al americano medio: Jack Lemmon. Ganó el Oscar en 1973 por su interpretación de un ejecutivo con problemas de conciencia en Salvar al tigre, y contribuyó decisivamente al éxito en esos premios de El apartamento en 1960. En ella, daba vida a un contable que asciende en la empresa cediendo su vivienda a sus jefes para sus aventuras, y que termina enamorado de la amante de uno de ellos, Shirley McLaine.En Armas de mujer (1988), Melanie Griffith se consolidó en el estrellato como secretaria que se defiende del acoso laboral de Sigourney Weaver y roba de paso el amor de Harrison Ford. Otras tres secretarias eran las protagonistas de Cómo eliminar a su jefe (1980), una especie de versión previa y menos agresiva de Cómo acabar con tu jefe con un trío estelar compuesto por Jane Fonda, Lily Tomlin y Dolly Parton. Más negra y también claro antecesor de este éxito es Trabajo basura (1999), convertida en filme de culto para los geeks.