Donde la lluvia es arte andaluz
Grazalema, bello rincón de la sierra de Cádiz con récords pluviométricos
Algunos meses de algunos años, no tantos pese a lo que en ocasiones se lea, una parte de la provincia de Cádiz es la que recibe más lluvia en toda España. Hablamos de más de 2.200 litros por metro cuadrado, algo solo al alcance en el resto de la Península de ciertas zonas de Navarra, Galicia o Gredos. La consecuencia es que a poco más de 100 kilómetros de las playas de Málaga y Cádiz se encuentra un parque natural que presenta bosques frondosos, fauna serrana y costumbres de tierra fría.
Es la sierra de Grazalema, que da comienzo en Ronda y se extiende por una ruta, conocida como la de los Pueblos Blancos, que tiene como eje principal precisamente la localidad de Grazalema, la de los récords pluviométricos. Una zona considerada Reserva de la Biosfera por la Unesco por ser una de las pocas en que se conservan casi vírgenes las características del bosque mediterráneo, pese a la cercanía de núcleos turísticos.
La seña de identidad de la comarca es, sin duda, el pinsapo, una especie de abeto de gran tamaño que solo crece a partir de los 900 metros de altura. Aunque pueden encontrarse ejemplares en otros lugares de la Península, solo aquí disfrutaremos de bosques tupidos y ejemplares centenarios en alguno de los paseos, perfectamente indicados, que recorren el parque. Completa el escenario una fauna variada en la que destacan las rapaces, y en particular el buitre leonado, así como pequeños depredadores (jineta, zorro...).
Si bueno es el paisaje, no menos interesante es la historia, que aquí es milenaria. Desde el dolmen de Alberite de 6.000 años de antigüedad, en los límites del parque, los restos de las diferentes culturas que pasaron por la región son objeto de distintas excavaciones arqueológicas. En la propia Grazalema, y en la cercana y famosa por otras cuestiones Ubrique, el centro urbano es, en cambio, de manual andaluz: fachadas luminosas, iglesias barrocas y jardines cuidados, de colores frescos por la combinación entre esa lluvia intensa de una mitad del año y el sol continuo de la otra.
La cocina local, en cambio, responde a las características de un lugar de montaña antes que al estereotipo andaluz. Hay mucho guiso contundente, platos de perdiz, conejo o venado, y un queso que dicen entre los más exquisitos del mundo, el de Villaluenga del Rosario. Una de las bases de la cocina lugareña es la tagarnina, una suerte de cardillo que raramente puede degustarse fuera de Andalucía y cuyo sabor intenso se disfruta rehogado con alguna carne grasa o aliñando ensaladas y sopas. También están por el territorio las almadrabas de un aceite con denominación de origen propio, Sierra de Cádiz.
La artesanía local brilla en la bien conocida marroquinería de la zona, aunque Grazalema fue durante años famosa en toda Andalucía por las mantas que se elaboran con la espesa lana con la que las ovejas locales se protegen durante el invierno.
Guía para visitantes
Cómo ir. La sierra de Grazalema se encuentra a poco menos de un centenar de kilómetros del aeropuerto de Jerez de la Frontera y a unos veinte más de la estación del AVE de Antequera, dos puntos bien comunicados a partir de los cuales viajar en coche de alquiler para disfrutar las vistas.Dónde dormir. El Puerta de la Villa (www.grazalemahotel. com) es un cuatro estrellas de inequívoco aire andaluz, en el centro de la propia Grazalema. Otro cuatro estrellas, el Fuerte Grazalema (www.fuertehoteles.com), está en medio de la sierra, con ambiente más destinado a familias.Dónde comer. El Mirador del Tajo (telf. 956 132 186) o El Torreón (956 132 313), entre otros, son buenas opciones para conocer la calórica cocina local.