Los préstamos de emergencia del BCE, en máximos de dos semanas
Los problemas de liquidez de la banca persisten. Los préstamos de emergencia del BCE, la ventanilla de liquidez siempre disponible para las entidades financieras de la zona euro, se sitúan en récord desde el colapso del 10 de agosto, cuando el Ibex se desplomó un 5,5%.
Las medidas excepcionales que ha retomado el Banco Central Europeo (BCE) no terminan de aplacar las tensiones del mercado interbancario. La facilidad marginal de crédito, un mecanismo por el que la institución presidida por Jean-Claude Trichet presta el dinero necesario para cuadrar sus necesidades diarias de liquidez, alcanzó ayer los 2.822 millones de euros, máximo desde el colapso del 10 de agosto, cuando alcanzó los 4.058 millones. Esa sesión, el Ibex se desplomó un 5,5%.
El tipo de interés es del 2,25%, frente al 1,5% de las subastas semanales, trimestrales y semestrales. Es el último recurso de las entidades financieras para acceder a liquidez de un día para otro y por ello el BCE la penaliza con un tipo superior. La media diaria en julio ascendió a 123 millones de euros.
La facilidad de depósito, por su parte, también revela que persiste la desconfianza entre las entidades financieras. Se situó ayer en los 126.358 millones. Esta herramienta es una especie de caja fuerte que la banca utiliza para dejar a buen recaudo la liquidez que le sobra.
Un incremento en la cantidad de dinero depositada en el BCE revela, en última instancia, que la banca tiene miedo a prestarse dinero entre sí. Prefieren dejar el dinero en el Banco Central que a dejárselo en el mercado interbancario. El dinero depositado en julio se situó en 38.354 millones, según la media diaria.
Subasta en dólares
Por otra parte, los bancos de la zona euro no han acudido a la subasta de liquidez en dólares que celebra semanalmente el Banco Central Europeo (BCE) al 1,1%, según informa Europa Press. El BCE mantiene un acuerdo swap o de intercambio de divisas con la Rserva Federal de EE UU por el que ofrece semanalmente liquidez en dólares a los bancos europeos a un interés relativamente superior al de los mercados, lo que ha dejado desiertas la mayor parte de las subastas celebradas.