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Caos económico y financiero

Un agosto negro dará paso a un septiembre sin rumbo fijo

Agosto de 2011 se recordará como el mes en el que la crisis resurgió con fuerzas renovadas. Una combinación de frenazo económico y sangría bursátil por los temores a recaer en la recesión han desatado el caos. Pero los expertos dejan abiertas todas las posibilidades para septiembre. No hay rumbo fijo.

Ilustración de Bolsa
Ilustración de BolsaThinkstock

La recuperación económica comenzaba a tomar forma y parecían haberse superado los peores momentos de la crisis. Las potencias enfilaban el crecimiento tras meses de recesión y aunaban esfuerzos para ayudar a los países más castigados a salir del pozo. Aunque todavía con muchos problemas por resolver, el primer trimestre de 2011 daba esperanzas después de tres años de maremoto económico, bursátil y financiero. Pero llegó el mes de agosto, precedido por una turbulenta primavera en la que se agravó la crisis de deuda en la eurozona y hubo que salir de nuevo al rescate de Grecia, y todo ha quedado en una ilusión; el caos vuelve a hacer acto de presencia.

Que la crisis aún no había terminado y sus coletazos seguían golpeando especialmente en los mercados de trabajo, de crédito y de vivienda se sabía, pero que podía resurgir con tanta virulencia ha pillado por sorpresa a autoridades y analistas, que se ven obligados rehacer sus previsiones -Morgan Stanley anunció ayer una revisión a la baja del PIB global para este año y 2012-.

¿Qué es lo que ha pasado? En resumen, la crisis europea y fiscal en Estados Unidos, con pérdida de la triple A incluida, ha enfriado la dinámica de crecimiento a uno y otro lado del Atlántico y las Bolsas creen directamente que es posible una nueva recesión. Se lo creen hasta el punto de que la incertidumbre de los últimos meses se ha convertido en un incontrolable miedo que espanta a los inversores de la renta variable. En agosto, el Ibex pierde 15,5%, pero la situación es aún peor para el Dax (-23,5%) y para el Cac (-17,8%). En lo que va de año, las Bolsas de Francfort y París han perdido más de un 20%. Además, la deuda de EE UU, el bund alemán y el gilt británico están en mínimos ante la huída de los operadores a los valores refugio. Por su parte, el oro bate récords por encima de los 1.800 dólares la onza. En lo que va de agosto, acumula una subida del 14,8%.

La tensión es máxima con sesiones bursátiles catastróficas, malos indicadores económicos y peores perspectivas para los próximos meses. Ante este panorama ¿qué se puede esperar en septiembre? En principio, la situación incluso podría empeorar por la confluencia de varios factores que pueden arrojar más leña al fuego. No obstante, los expertos no lo tienen muy claro y apenas se aventuran a hacer pronósticos. Opinan que todo es posible por la extrema sensibilidad que está mostrando el mercado y que no hay rumbo fijo.

En septiembre comienza el nuevo año fiscal en el mudo anglosajón y Estados Unidos debe hacer frente a sus nuevos presupuestos. Asimismo, el mes que viene los países del euro deben aprobar en sus respectivos parlamentos los acuerdos surgidos de la cumbre del 21 de julio en Bruselas. En España, las cajas volverán de vacaciones con el objetivo de cerrar la reestructuración financiera.

"Se avecina una nueva discusión en EE UU para rebajar el endeudamiento y es probable que el país tenga que hacer una política más restrictiva del gasto, aunque Obama ha dicho que prepara un nuevo plan de estímulo de la economía y se interpreta que recomprará deuda", explica Álvaro Blasco de Atlas Capital. "Es complicado saber lo que va a ocurrir. Estamos en un momento delicado y no hay rumbo definido en el mercado. Hay cierto pánico en las Bolsas con un volumen bajo pero con pérdidas muy significativas", comenta Blasco. La razón es que "el mundo se debate entre recesión sí o recesión no. Hay temor a que el mundo crezca menos de lo esperado y de forma más débil de lo que ya se ha revisado a la baja", precisa.

Nuria Álvarez, de Renta 4, asegura que "se esperan cambios regulatorios que en principio deberían mejorar la situación y permitir el rebote, teniendo en cuenta que este agosto ha sido bastante excepcional". Considera que "septiembre puede ser un punto de inflexión con medidas que la Bolsa espera desde hace tiempo, aunque no hay catalizadores de que el mercado vaya a recomponerse de forma decisiva a corto plazo". En su opinión, "todo cabe".

Jon Recacoechea, analista de Fineco, coincide en que "ha sido un agosto diferente con salidas de fondos de renta variable en cifras récord". Afirma que "el mercado está roto" y no se pueden descartar más caídas. "Hay miedo a que continúen las salidas masivas de fondos", pero precisamente esta fuga de inversores "hace pensar que gran parte de la corrección se ha podido realizar ya", concluye.

Para José Luis Martínez Campuzano, Estratega de Citi en España, existen dos opciones: La primera es que "la histeria actual se deba a la ilquidez de mercado en agosto", lo que en su opinión sería positivo de cara a septiembre. La segunda es que "la tension del mercado tenga bases mas profundas", lo que sería negativo. "Dependerá de las autoridades, monetarias y politicas, y del daño economico de la inestabilidad de los mercados durante este terrible mes de agosto", asegura.

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