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A fondo

Falta actuar sobre el crédito

El Consejo de Ministros ha aprobado la publicación de un Real Decreto por el que el IVA de la vivienda nueva se reduce del 8% al 4%. Valoramos positivamente la adopción de esta medida por su doble efecto. De una parte, representa una rebaja real sobre el precio total de la vivienda del 4% y, de otra, este ajuste se produce para el adquirente en el momento más oportuno, es decir, a la entrega de la misma, cuando es mayor la necesidad de ahorro previo.

Si adicionamos este 4% al 16%, en términos nominales, y 21% en términos reales de ajuste de precio desde máximos, según datos del Ministerio de Fomento, estaríamos en el entorno del 25% de media de baja total que, considerando la heterogeneidad del producto residencial inmobiliario y su diferente comportamiento a los precios según el área de mercado que se considere, puede representar caídas de valor de hasta un 40% en algunos casos, promediadas con un 10% en otros.

Estos significativos abaratamientos se encuentran en línea con los requerimientos de ajustes demandados desde diferentes operadores y analistas del mercado. Será el análisis particular de cada una de estas áreas, el stock disponible, las necesidades de la demanda y la propia calidad de la ubicación y de la vivienda lo que determinará el precio adecuado.

No obstante, esta valoración positiva de la medida y su implicación -no solo del Ministerio de Fomento, sino también del de Economía y Hacienda- no significa que no sea insuficiente, si el objetivo es dinamizar el sector y con él el empleo y la actividad económica.

El sector inmobiliario, o mejor dicho, la exposición del sistema financiero al sector inmobiliario, es la llave que cierra el flujo del crédito hacia cualquier sector productivo. Si no se adoptan medidas adicionales, bancos y cajas seguirán con el grifo cerrado, y lo que es peor, sus balances continuarán deteriorándose en la misma medida en que se deterioren el valor y calidad de sus activos y se incrementen sus adjudicaciones.

Creemos en la ortodoxia de las medidas para la reducción del déficit y el endeudamiento, pero es necesario cebar la bomba para favorecer el inicio de nuevas promociones de viviendas económicamente sostenibles y establecer cortafuegos para frenar la mora y evitar nuevas adjudicaciones que podrían conducir al traspaso progresivo de los activos de los balances de las promotoras a las entidades financieras, unos 320.000 millones de euros. En todo esto tiene mucho que ver y qué decir el Banco de España asumiendo medidas que faciliten la financiación de estas viviendas. ¿A qué esperamos?

J. Manuel Galindo. Presidente de APCE.

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