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En 2007 atendían dos terceras partes de los costes de los mayores grupos

Las comisiones apenas cubren la mitad de los gastos de la banca

La banca apenas cubre la mitad de sus gastos de explotación con el dinero que ingresa en concepto de comisiones. Antes de la crisis, atendía con esta partida dos terceras partes de sus costes. Los ingresos por servicios suben en términos absolutos, pero los grupos aún deben sacar partido de las sinergias que generan las fusiones.

Los intereses por los créditos y las comisiones son la esencia del negocio bancario. Una vez anotadas estas dos fuentes de ingresos, bancos y cajas pueden aliñar su cuenta de resultados con los dividendos procedentes de participadas o con la venta de tal o cual activo. Pero la esencia de la actividad financiera yace siempre en las primeras líneas de la cascada de resultados.

Un simple vistazo a las cuentas semestrales de los grandes grupos financieros del país da cuenta de en qué medida han perdido importancia durante estos cuatro años de crisis los ingresos por servicios en relación con los gastos de personal, los costes de administración y las amortizaciones.

A menor actividad, menores ingresos por comisiones. Hasta ahí, predecible. La situación se vuelve un problema porque las entidades no son capaces de reducir la base de costes en la misma medida ni al mismo ritmo en que caen los ingresos por servicios.

A mediados de 2007, buena parte del sistema bancario sufragaba con sus ingresos por comisiones dos terceras partes de sus gastos fijos. Era el caso de grupos como Popular (80%), Santander (70%), Caja Madrid (67%), BBVA (64%) o incluso alguna entidad mediana como Banco de Valencia (62%).

Ahora el panorama es bien distinto. La mayoría de las entidades lucha por atender cerca de la mitad de sus costes con lo que ingresan por sus servicios. Pero hay casos más graves. Banco Pastor y Bankinter ya solo cubren por esta vía una cuarta parte de sus gastos fijos.

Para enderezar la situación, las entidades han reescrito sus cuadernos de tarifas en los últimos años. Gracias a este ajuste todos los grupos bancarios han logrado que en 2011 sus ingresos por comisiones vuelvan a crecer en términos absolutos. Algunos, como Sabadell o Santander, a tasas de dos dígitos. Hasta 2010, predominaban las caídas interanuales.

Cambio de tendencia

El reciente tirón de los ingresos por comisiones ha permitido, incluso, a CaixaBank conseguir que los ingresos por servicios vuelvan a atender la misma proporción de gastos que antes de la crisis: cerca del 47%.

La reducción de gastos ha sido la otra gran palanca que han accionado las entidades. Han recurrido a recortes de empleo y de la red comercial. Según el Banco de España, las entidades han eliminado 13.277 puestos de trabajo desde que su plantilla tocara máximos en 2008 y cerrado 3.817 sucursales en tres años. De hecho, el proceso continúa. No en vano, una decena de grupos se encuentra en proceso de fusión.

Un libro de tarifas adaptado a épocas de vacas flacas

Hace cuatro años, la Bolsa alcanzaba su máximo histórico -casi 16.000 puntos- y el crédito fluía alegremente. En concreto, registraba crecimientos de dos dígitos de un año para otro. Hoy las entidades a duras penas reponen el crédito otorgado hace un año y eso se traduce en menos ingresos por concesión y estudio de préstamos. También juega en su contra el batacazo de los mercados. Muchos minoritarios han salido escaldados de la renta variable -en marzo de 2009 la Bolsa tocó fondo: 6.817 puntos-. Por eso bajan los ingresos por compraventa y depósito de valores, así como los ligados a fondos de inversión. Para enderezar la situación, la banca ha acomodado su libro de tarifas al nuevo contexto. El coste de las comisiones vinculadas a créditos prácticamente se ha congelado (estudio, apertura, cancelación parcial o total...). En su lugar, y como muestra el Banco de España, en estos cuatro años han crecido a ojos vista los cargos por los servicios más simples. Es el caso de las comisiones por mantenimiento de cuentas (37%), las cuotas de las tarjetas (47%, para débito) o de los descubiertos (56%).

Las entidades potencian las sinergias y los recortes

Muchos platos para tan poca tarta. El sistema financiero español se encuentra sobredimensionado para estos años de vacas flacas. Hace dos años y medio, comenzó un proceso de concentración que ha implicado, principalmente, a las cajas de ahorros. Así es como han nacido grupos como Bankia, Novacaixagalicia, Catalunya Caixa, Banca Cívica, Liberbank o BMN.Con el inicio de las fusiones, los costes van al alza. De entrada, las integraciones exigen pagar indemnizaciones por jubilación y despido, la integración tecnológica, el cierre de oficinas así como a la concentración de los servicios centrales.Todos estos ajustes ligados al nuevo contexto económico son el motivo por el que la partida de gastos sube en casi todas las firmas analizadas. Las excepciones son Bankinter y Pastor, que no han participado en fusiones, así como Catalunya Caixa, que fue de las primeras en acometer la integración y se encuentra en un punto más avanzado.Las sinergias llegarán a medio plazo, cuando se hayan corregido los solapamientos de plantilla y red.

Las cifras

13.277 empleos han eliminado las entidades bancarias desde que su plantilla tocó máximos en 2008.47% se ha encarecido la cuota anual de una tarjeta de débito desde julio de 2007.

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