Cuatro tabacaleras denuncian al Gobierno de EE UU por las imágenes en las cajetillas
Cuatro fabricantes de cigarrillos han denunciado a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) con el objetivo de anular la obligación de las nuevas etiquetas gráficas con las que la FDA pretende advertir a los consumidores sobre los riesgos de fumar, pero que los fabricantes consideran "inconstitucionales" y muy costosas.
La demanda presentada por Reynolds American, Lorillard, Liggett Group y la Commonwealth Brands, asegura que las advertencias obligarían a los fabricantes de cigarrillos a "participar en la defensa de la lucha contra el tabaquismo en nombre del Gobierno". Asimismo, consideran que "esta obligación viola los derechos de libertad de expresión recogidos en la Primera Enmienda".
"La idea de que el Gobierno pueda exigir a los que fabrican un producto lícito que ocupen la mitad de los paquetes con imágenes y un mensaje para persuadir al público a comprar ese producto no puede ser constitucional", afirma un especialista en la Primera Enmienda que representa a los fabricantes de cigarrillos, Floyd Abrams.
Por su parte, un portavoz de la FDA se negó a comentar la polémica citando una política de la agencia relacionada con no discutir litigios pendientes.
La Ley de Control de Tabaco exige advertencias en color que cubran la mitad superior de la cara frontal y posterior de los paquetes de cigarrillos, y un 20% de publicidad impresa.
Cadáveres, pulmones enfermos y dientes podridos son algunas de las imágenes que podrán aparecer a partir de octubre de 2012 tras el primer cambio en las cajetillas de Estados Unidos en estos 25 años.
Reynolds incluye marcas como Winston, y Camel. Por su parte, Lorillard abarca marcas como Newport y True, una de las marcas de la Commonwealth es Davidoff, y Liggett incluye Eve.
Estos fabricantes de cigarrillos son los más grandes de Estados Unidos, sin contar Altria Group, que no forma parte de esta denuncia y que fabrica marcas como Marlboro.