'Volatilité'
El Ibex puso ayer fin a nueve jornadas de pérdidas y recuperó el 3,56%. Antes tuvo que sortear rumores que apuntaban de nuevo a Francia y a los problemas de sus bancos, que sacudieron el mercado interbancario, y a un posible endurecimiento de las ventas a corto, que propició el cierre de posiciones y el rebote, compartido en toda Europa y Wall Street.
Se llegó a temer por un colapso en el interbancarioLa Bolsa fue ayer el reino del regate en corto y la volatilidad, un territorio peligroso en el que los rumores echan rápido raíces y cambian en cuestión de minutos el rumbo de los índices. Tras las fuertes caídas de la víspera, la jornada comenzó con un intento de rebote pero las amenazas que habían desatado las ventas en la sesión del miércoles regresaron con fuerza y pusieron a Francia de nuevo en el foco de la especulación. Volvió el temor a una rebaja del rating de la deuda francesa, una decisión capaz de poner más todavía en evidencia las debilidades de la construcción de la zona euro y que, con su sola posibilidad, puede envenenar el debate pendiente en la UE para reforzar el fondo de rescate, teniendo en cuenta que Francia debería endeudarse en mayor medida para sostener a los vecinos en dificultades.
Y las dudas sobre la máxima solvencia de Francia se trasladaron a la velocidad del rayo a sus entidades financieras, tocadas por su elevada exposición a la deuda griega, cuya refinanciación ya ha lastrado los resultados del primer semestre.
Las caídas de la banca francesa, en las que SG destacó de nuevo como farolillo rojo, borraron el intento de rebote de la mañana y abonaron el terreno para los rumores. En definitiva, Francia marcaba el curso errático de la jornada. Se llegó a especular con un nuevo cerrojazo en el mercado interbancario e incluso se habló de que un gran banco asiático estaba recortando las líneas de crédito a la banca gala. En medio de la confusión, los préstamos de emergencia del BCE a la banca -concedidos al 2,25% en lugar de al 1,5% y empleados como último recurso en momentos de sequía de financiación- y se dispararon ayer hasta los 4.060 millones de euros, el mayor nivel en tres meses, frente a los 147 millones del miércoles.
Rumbo al rebote
El gobernador del Banco de Francia tuvo que salir en defensa del sector y afirmar que la banca gala no tiene problemas de solvencia y trascendió al mercado la reunión que mantendrán el próximo martes Angela Merkel y Nicolas Sarkozy, sin duda para intentar alejar a Francia del foco de los ataques. Wall Street publicó un buen dato de empleo semanal, pero lo que determinó el signo alcista de la jornada fue el rumor de que las autoridades de mercado europeas se plantean un endurecimiento de las ventas a corto. Entonces llegó el momento definitivo del rebote. El Euro Stoxx ganó el 2,86%; el FTSE, el 3,11%; el Cac, el 2,89% y el Dax, el 3,28%. Y en Wall Street, el Dow escaló el 3,94%; el S&P, el 4,63% y el Nasdaq, el 4,69%.
Tras semejante montaña rusa, el Ibex, que osciló 570 puntos entre mínimo y máximo del día, logró la mayor alza desde enero, con un volumen de negocio de 4.678 millones de euros, muy superior a la media de otros agostos.
El oro pone freno a su rally tras tocar los 1.800 dólares por onza
La espectacular subida del precio del oro se tomó ayer un respiro tras acumular una subida en lo que va de año del 36%. El material precioso cayó más del 3%, en su mayor retroceso diario desde junio de 2010, después de que ayer traspasara la cota de los 1.800 dólares por onza, hasta los 1.814. Al cierre del mercado de Londres quedó en los 1.760 en su precio al contado. El oro se ha vuelto a confirmar estos días como valor refugio por excelencia y su caída de ayer no fue por agotamiento sino por la intención de CME, el mayor operador mundial de materias primas, de elevar las garantías que se requieren para operar con el futuro del metal precioso.
La mano del BCE contiene la presión sobre la deuda
La deuda española y la italiana siguen contando con la protección del BCE, o al menos es lo que revela la prima de riesgo de ambos países, aún contenida a pesar de que la tormenta se traslada estos días a Francia, al pleno corazón de Europa. La rentabilidad adicional que se pide a la deuda española frente a la alemana quedó ayer en los 269 puntos, niveles de hace un mes. Y la prima de riesgo italiana quedó en los 272 puntos, muy cerca ya de la española. Aún sin conocerse el volumen efectivo que alcanzarían tales compras, la mano del BCE también se nota en la deuda francesa. Lejos de tensionarse, la rentabilidad de su bono a diez años retrocedió ayer levemente al 3,05%.