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Pequeños gigantes

Jardines con rosas y olivos de patente cordobesa

Plantas Continental persevera en la investigación en su afán por consolidarse como uno de los mayores proveedores del a industria de flor cortada y aceite de oliva del mundo. El grupo exporta a Colombia, Ecuador y Kenia.

La biotecnología, uno de los sectores que más crecerá en el futuro, según los expertos, puede además apuntarse gestas como la de redondear la perfección natural de una rosa. La empresa cordobesa Plantas Continental, que ha logrado patentar variedades propias de rosal que se encuentran entre las mejores del mundo por su belleza y resistencia, lleva veinte años aportando I+D+i al campo y dando buen ejemplo de ello. A pesar de la crisis, esta apuesta por la innovación no solo no ha decaído, sino que se ha reforzado con el objetivo de salir del bache consolidando su posición de referente internacional. Así, en lugar de ajustarse el cinturón y recortar inversiones, esta empresa, capitaneada por una familia de ingenieros agrícolas, se está volcando en la investigación y obtención de nuevas y mejores variedades de rosas y olivos e introduciendo en Andalucía desconocidos cultivos bioenergéticos de alto potencial, como la paulownia.

Pedro Requena, consejero delegado y director financiero del grupo, confía en que la situación económica general mejorará dentro de dos años y le permitirá a Plantas Continental dar el salto en facturación para el que se ha estado preparando. De momento, dedicar más del 20% de sus gastos a investigar ya le ha dado importantes frutos, como vender en 17 países, aunque a partir de 2013 la empresa espera incrementar su volumen de negocio, que asciende a más de tres millones de euros.

Con su división ornamental, es uno de los más prestigiosos suministradores de nuevas variedades de rosas para la industria de la flor cortada y para las empresas paisajistas, encargadas de diseñar y mantener las áreas ajardinadas de instituciones y grandes empresas. En este campo, sus principales clientes de flor cortada son líderes del mercado en Colombia, Ecuador y Kenia, países que han desbancado definitivamente a Europa en el cultivo de rosas por su clima y el bajo coste de su mano de obra.

Esta situación de mercado explica la crisis del sector de la flor cortada en España y su falta de competitividad en relación a estos países a pesar de los costes de transporte. De esta forma, las variedades con licencia viajan a Latinoamérica y África desde Córdoba y vuelven luego como flor cortada a Europa o Estados Unidos. Estas nuevas variedades de rosa, obtenidas en las instalaciones de la empresa, son el resultado de 30.000 cruces anuales y de una germinación de 450.000 plántulas, después de un proceso de selección de seis años. Necesitan terrenos de una altitud de 2.800 metros para crecer así más lentamente y lograr un mayor tamaño, unas condiciones físicas que se dan holgadamente en los países productores. En cuanto a rosas de jardín, sobresale entre sus clientes Cespa, la filial paisajística de Ferrovial.

Esta línea de negocio ornamental, con una producción de 700.000 unidades sublicenciadas anuales, puede llegar a corto plazo hasta el millón de unidades y terminar representando la mitad de la facturación de Plantas Continental, según las previsiones de Pedro Requena. En rosas, la última investigación está dirigida a lograr variedades con olor que no se marchiten con rapidez, lo que dispararía su cotización.

En la segunda división en importancia, la frutal, destacan las plantas de olivar, unas variedades que se investigan de la mano de entidades como la Universidad de Córdoba, en busca de plantas cada vez más resistentes a las enfermedades y de un mayor rendimiento. Esta producción se vende en estos momentos a empresas españolas de referencia, como el grupo Elaia, la firma de producción de aceite constituida por la alianza de Sovena y Atitlán. A nivel internacional, estos olivos también están llegando a Turquía y a países mediterráneos como Argelia, Marruecos o Túnez, donde la fabricación de aceite de oliva está creciendo exponencialmente.

La última actividad en la que ha entrado Plantas Continental es la bioenergía, una línea de investigación que se desarrolla en colaboración con la Universidad de Málaga. En concreto, la compañía cordobesa de biotecnología estudia y produce de forma experimental un árbol desconocido en los países mediterráneos que aporta uno de los mayores rendimientos en biomasa. Se trata de la paulownia, que ya empieza a producirse en la provincia y que también puede emplearse para la fabricación de muebles. En estos momentos, España es un país importador de madera, una situación que puede cambiar si este cultivo innovador tiene éxito. Requena, que ve en la paulownia una alternativa de futuro para la agricultura, estima que en solo dos años la empresa pondrá en el mercado un millón y medio de unidades de este árbol milenario que, además, se ocupa de regenerar la tierra.

Desde su fundación, la empresa ha participado en una docena de proyectos de investigación de ingeniería genética vegetal. Tres de los principales programas, referidos a nuevas variedades de rosas, han sido financiados en parte por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), a través de los fondos Feder, y han sumado desde 1998 más de 1,5 millones de euros de inversión. El último ejercicio es el que ha concentrado uno de los mayores presupuestos, con más 500.000 euros.

En este sentido, Requena destaca que en tiempos convulsos, en lugar de dar un paso atrás, lo mejor es redoblar la apuesta inversora y seguir investigando. En los últimos veinte años, el proyecto de la firma cordobesa ha ido madurando y está listo para multiplicar su tamaño. A su favor juega el hecho de que sus clientes, los agricultores, tendrán que reinventar su negocio y ser más emprendedores. La crisis del campo, que deberá subsistir cada vez con menos ayudas y más innovación, dará así alas a la biotecnología y a cultivos tan sostenibles y competitivos como la paulownia.

La paulownia, una joya para la biomasa

La paulownia, un árbol oriental de crecimiento rápido que además regenera de forma natural los terrenos degradados, ha resultado todo un descubrimiento para la biomasa por su excepcional rendimiento, aunque también se le augura un gran futuro para el sector del mueble por la calidad de su madera. Plantas Continental lo produce a nivel experimental y los agricultores más emprendedores de Córdoba ya lo están plantando.

Datos básicos

Negocio. El grupo produce en sus instalaciones de Posadas (Córdoba) 700.000 unidades anuales de regalía de rosal y un millón y medio de plantas de olivar, pero se prepara para triplicar sus ventas en dos años, hasta los 12 millones de euros, añadiendo la rama de la biomasa. La plantilla está integrada por 60 trabajadores, la mayoría de ellos investigadores.Mercado. Vende en 17 países de todo el mundo, principalmente a grandes clientes de flor cortada de Colombia, Ecuador y Kenia. En olivar, la mayor expansión futura se espera en países mediterráneos, como Argelia, Túnez o Marruecos.Innovación. La empresa tiene en la investigación de nuevas variedades ornamentales, frutales y de biomasa su principal actividad desde su fundación en 1988, con una inversión anual que supera el 20% de los ingresos. Ha participado en una docena de proyectos de investigación junto a entidades, como el CDTI, la Universidad de Málaga o la de Córdoba. En los últimos cuatro años, el presupuesto para I+D+i rebasa los dos millones.Capital. Es un negocio familiar, con el 75% del capital repartido entre los tres hermanos Requena. El 25% restante pertenece a la familia colombiana Esquenazi, que produce flor cortada en su país y empezó como cliente de la firma.

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