Los destrozos en Reino Unido costarán 227 millones de euros
La Asociación de Aseguradoras Británicas estimó ayer el impacto de los daños producidos por la oleada de violencia y saqueos de las últimas jornadas en el Reino Unido en 200 millones de libras (unos 227 millones de euros).
El primer ministro británico, David Cameron, aseguró ayer que su Ejecutivo ayudará a los afectados a reparar sus propiedades y a rehabilitar sus comercios para recuperar la normalidad lo antes posible, después de una noche que transcurrió con relativa calma en las principales ciudades del país. Cameron compareció en el Parlamento británico, en sesión extraordinaria, para anunciar las medidas que adoptará en apoyo a los damnificados.
La primera decisión del premier británico fue la de activar un fondo dotado con 11 millones de euros para que las autoridades locales y los particulares puedan limpiar y restaurar los barrios más afectados. Además, anunció la movilización de otros 22 millones para reparar los comercios afectados y conseguir que abran sus puertas con normalidad lo antes posible.
El Ejecutivo británico facilitará a los afectados el proceso que deben seguir para solicitar las compensaciones pertinentes. Para ello, anunció la aprobación de una ley que prorrogue el plazo máximo para presentar sus demandas desde los 14 días actuales hasta los 42. También, podrán reclamar una compensación aquellos que no tengan aseguradas sus propiedades. Cameron dejó la puerta abierta a activar más ayudas para los afectados.
Mano dura
En cuanto a la evolución de los altercados, el primer ministro no descartó la posibilidad de una intervención del Ejército en caso de que se reproduzcan escenas como las vividas en las últimas jornadas, y anunció que la presencia policial se mantendrá, al menos, hasta el fin de semana. Por otra parte, se mostró inflexible con los causantes de los disturbios y avisó que serán "buscados, procesados y castigados". "Los tribunales británicos se han mostrado efectivos en impartir justicia y se les darán todos los poderes que sean necesarios para que puedan seguir haciéndolo", dijo Cameron.
Los recortes en la policía centran el debate parlamentario
El plan de ajuste puesto en marcha por el Ejecutivo de David Cameron que afectará a los presupuestos de la policía centró buena parte del debate parlamentario de ayer. El líder laborista, Ed Miliband, pidió al Ejecutivo que reconsidere su postura de recortar dicha partida de gasto, ya que podría suponer tener que reducir en 4.000 el número de agentes de Scotland Yard, el mayor cuerpo policial del país que cuenta con 32.000 efectivos. Durante su comparecencia parlamentaria, el primer ministro defendió los recortes alegando que no afectarán a la eficiencia de la policía y prometió que seguirá desplegando a cuantos agentes sean necesarios para garantizar la seguridad. Sus planes de reducción de los presupuestos policiales sin afectar a la seguridad se basan en la recolocación de 7.000 agentes que actualmente desempeñan labores administrativas a trabajar en las calles. Sus palabras no convencieron al líder laborista que insistió en que la "prioridad" es garantizar la seguridad y advirtió que los recortes pueden "dificultar" el objetivo de llevar ante la justicia a los responsables de la ola de violencia.Por su parte, el esfuerzo policial de los últimos días obligará a recurrir a las reservas del Tesoro británico para financiar las operaciones, según reconoció el primer ministro británico.Las dudas se ciernen ahora sobre la capacidad del Reino Unido para garantizar la seguridad en las calles de cara a los Juegos Olímpicos que se celebrarán el próximo año en Londres. En este sentido, Cameron afirmó que el país "debe demostrar que no destruye, sino crea, y que no abandona, sino resiste" y anunció que contarán con la ayuda de mandos policiales de otros países para trazar los planes de seguridad de la cita olímpica.