Las órdenes de compra ganan la batalla y el Ibex rebota un 3,56%
Las Bolsas se han convertido en un gigantesco y peligroso casino. Si el inversor es poco ducho, acabará desplumado en pocos minutos. La volatilidad es extrema con variaciones siderales entre el mínimo y el máximo de la sesión (hoy, casi 570 puntos). El Ibex ha registrado su mayor subida desde el 12 de enero al dispararse un 3,56%, hasta los 8.249,4 puntos. Mientras, la prima de riesgo se ha relajado hasta los 270 puntos desde los 284.
Los especuladores han tomado las riendas, obviamente las Bolsas no se están moviendo por fundamentales. "Son rumores que desatan el pánico y provocan avalanchas puntuales de órdenes de venta que se llevan por delante todo lo que encuentran", explica un operador. El Ibex, tras oscilar casi 570 puntos entre el máximo y el mínimo de la jornada, ha cerrado con una subida del 3,56%, la mayor desde el 12 de enero, y ha cerrado en los 8.249,4puntos.
El Ibex abrió con intensas subidas que llegaron a alcanzar el 3,9%, gracias a que los futuros americanos subían con fuerza de la mano de los resultados de Cisco publicados al cierre, que fueron mucho mejores de lo esperado. Pero a partir de las 11.00 (hora española), renovados temores sobre la banca, especialmente sobre la francesa, echaron por tierra el rebote y sembraron de pánico los parqués europeos. El punto álgido del miedo fue en torno a las 14.00 (hora española). El Ibex llegó a caer un 2,5%; el Dax, un 2,2%; y el Cac, un 3,7%.
¿Culpables? Los rumores sobre la degradación del riesgo soberano de Francia, las dudas que suscita la exposición de sus bancos a la deuda periférica y la creciente incertidumbre sobre la financiación a la banca (de nuevo, sobre todo la francesa, a pesar de la liquidez aportada por el BCE). Por si fuera poco, Reuters publicó que un gran banco de Asia estaba recortando las líneas de crédito a los bancos galos, y otros cinco lo estaban estudiando.
Wall Street, al rescate
Pero, esta vez, Wall Street y sus buenos datos de empleo semanal salieron al rescate de los índices del Viejo Continente. El número de solicitudes de desempleo en Estados Unidos durante la semana pasada fue mejor de lo esperado: 395.000, frente a las 405.000 previstas. La subida bursátil se consolidó después de conocerse la reunión que Merkel y Sarkozy mantendrán la próxima semana y el cierre de posiciones cortas -apuestas bajistas que requieren de compras para ser cerradas- hizo el resto.
Así, el Ibex ha puesto el punto y final a nueve sesiones consecutivas de caídas y ha escalado un 3,56%, hasta los 8.249,4 puntos. Hoy se han movido 4.678 millones de euros en la Bolsa, una cifra muy superior a la media diaria de otros meses de agosto. En el del año pasado, por ejemplo, se negociaron de media 2.436 millones. En el resto de Europa, también han germinado los rebotes. El Dax alemán se ha disparado un 3,28%; el Cac francés, un 2,84%; y el Ftse británico, un 3,11%.
"Un agosto de pesadilla"
Ante esta locura, la mayoría de los expertos recomienda mantenerse completamente al margen de la Bolsa: "Este mes de agosto es de pesadilla. Ya pasaron aquellos tiempos, en que todo el mundo descansaba y el mes era lateral. Ahora se aprovechan las fechas donde se puede hacer más daño para hacerlo. Es la guerra total", señalan desde Serenitymarkets.com
En el campo de la renta fija las cosas permanecen tranquilas. Desde que se confirmó la compra de títulos italianos y españoles por parte del BCE la tendencia ha sido bajista y las rentabilidades de los dos problemáticos han ido reduciéndose. Así, los bonos nacionales a una década, plazo de referencia, rondan el 5%, una cota que se traspasó momentáneamente en la sesión de ayer y que, al cierre, no se alcanza desde noviembre. La prima de riesgo, diferencial con el bund germano, se ha relajado un poco más hoy, hasta los 270 puntos básicos desde los 284 de ayer.
El mercado de divisas también se mueve con el euro repuntando hasta situarse por encima de los 1,42 dólares e intentando recuperar parte de las posiciones perdidas durante las últimas semanas. Aun así, los 1,46 billetes verdes que se llegaron a alcanzar hace cosa de un mes todavía quedan lejos, si bien no hay que descartar que la debilidad de la economía estadounidense facilite la escalada del euro en las próximas sesiones, según los analistas.