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Pequeños gigantes | Montana Colors

Los colores del grafiti, todo un negocio

Montana Colors es la empresa de referencia en el mercado internacional de la pintura en spray. Dibujantes urbanos de medio mundo utilizan los cinco millones de botes que producen anualmente en Barcelona.

¿Vandalismo? ¿Arte? Cada uno tiene su propia opinión sobre el grafiti, esos vistosos dibujos que encontramos a cada paso en las grandes urbes. Pero de lo que poco podemos discutir es que puede llegar a ser un negocio realmente rentable y dinámico.

Este es el caso de Montana Colors, la empresa de referencia en el mercado internacional de pintura spray, la utilizada para hacer grafiti, una actividad con la que facturaron en 2010 unos 15 millones de euros. Eso se tradujo en la fabricación en el ejercicio pasado de unas cinco millones de unidades de aerosoles que se distribuyeron por toda Europa, Estados Unidos y Japón. Y es que la empresa exporta el 70% de su producción a unos 30 países.

El primer objetivo fundacional era claro: producir un spray específico que cumpliera las exigencias de los dibujantes de grafitis, es decir, que ofreciera una calidad excelente, estuviera disponible en una amplia gama de colores y, sobre todo, que tuviera un precio muy ajustado.

De aquel primer envase de 200 mililitros disponible en 60 colores han pasado a ofrecer una gama de más de 200 colores y envases que varían desde los 30 ml hasta los 750 ml, y a comercializar accesorios profesionales adecuados para cualquier tipo de trabajo.

"Seguimos siendo una empresa manufacturera, ya que la calidad de nuestro producto así lo requiere. Producimos exclusivamente en Barcelona por las mismas razones", aseguran. Efectivamente, la producción se desarrolla en una planta de Sant Vicenç de Castellet, en la comarca catalana del Bages. "Se trata de un proceso en el cual la mano del hombre todavía cumple un rol importante, lo que acerca nuestros resultados más a la calidad de una manufactura que a las grandes producciones industriales de hoy en día", resaltan. Es la estrategia seguida por la empresa para diferenciarse de las multinacionales del sector de la pintura, una de las cuales intentó comprarles hace años.

Fundada por el joven comercial de una empresa de pinturas de uso general, Montana está capitaneada por un grupo de personas que se siente parte de este movimiento artístico. "Hemos crecido con él. No somos una multinacional y tampoco máquinas. Somos personas con una gran pasión por lo que hacemos cada día". Atribuyen la calidad de sus productos a la utilización de materias primas procedentes de distintos lugares del mundo, las cuales seleccionan en función de la garantía y seriedad de sus fabricantes.

Además, en esta empresa barcelonesa creen que la clave de su éxito está en la constante aportación de nuevos productos, la búsqueda de nuevas tecnologías y el respeto por el medio ambiente. En 2004, por ejemplo, sacaron al mercado colores transparentes y fotoluminiscentes, algo que nadie había hecho antes. Por otra parte, en 2005 introdujeron las primeras papeleras de reciclaje en los puntos de venta, con el objetivo de recuperar botes vacíos y destinarlos a otros usos.

A este respecto, destacan que sus productos pueden ser importados en Suiza, Canadá y Finlandia, los países más comprometidos con la protección del medio ambiente. Incluso ellos mismos se adelantan a la propia legislación, eliminando y sustituyendo componentes dudosos para la salud y el medio ambiente.

Si algo transmiten los responsables de esta empresa es pasión por lo que hacen y muchas ganas de seguir adelante pese a las adversidades. Tienen claro que no se dedican simplemente al mercado generado por los dibujos en las paredes.

"Fuimos los primeros en apostar por este apasionante mundo cuando las grandes empresas de pinturas de aerosoles para coches, que hoy compiten con nosotros, no estaban para nada interesadas. Algunas rechazaban la posibilidad de que sus productos pudiesen ser empleados por los grafiteros. Otras hasta estaban involucradas en campañas antigrafiti y hoy en día cualquier gran productor quiere ser amigo del grafiti", comentan.

Datos básicos

DistribuciónEn 2010 produjeron cinco millones de unidades de aerosoles, de los que el 70% se exporta a una treintena de países de toda Europa, pero también a Estados Unidos e incluso Japón, dos mercados especialmente significativos para el grafiti.ProductosSu primer gran éxito llega en 1996 con un nuevo spray, un bote de 400 mililitros con una válvula "increíblemente rápida y potente", el Montana Hardcore. Según la empresa, este spray marcó un antes y un después en el mundo del grafiti.ColoresEl negro es el color más vendido, ya que se utiliza en todos los grafitis. En cuanto a los sprays más solicitados, destacan el mencionado Hardcore y el 94, aunque la empresa comercializa unos 20 modelos de aerosoles, algunos en 150 colores.NegocioEl ejercicio pasado facturaron 15 millones de euros. Tienen dos tiendas propias en Barcelona y Sevilla, y diez en régimen de franquicia en ciudades como Buenos Aires, Ámsterdam, Lisboa y Montpellier. Actualmente emplean a 150 personas.

Un camino de éxito no exento de grandes sobresaltos

Montana Colors es una aventura que empezó en 1994 en Barcelona y que hoy emplea a 150 personas. La empresa ha salido adelante pese a las grandes dificultades que ha debido afrontar en todos estos años. Hay que remontarse a 1993 para conocer por qué nació este negocio. Por entonces, Jordi Rubio era director comercial de la empresa de pintura Felton, compañía dedicada a la pintura en spray.Este jovencísimo comercial descubre un día que uno de sus clientes se está haciendo de oro. Se trata de una tienda de componentes de jardinería, pero con una peculiaridad. Está gestionada por un tal Moockie, que resulta ser un respetado grafitero. Por ella desfilan los más famosos writers -así se llama a estos artistas urbanos- barceloneses para aprovisionarse de pinturas de uso común pero que ellos utilizan para sus obras callejeras.Es entonces cuando Jordi, Moockie y un segundo grafitero llamado Kapi se lanzan a la aventura de crear pinturas específicas para artistas urbanos.Y ocurre lo que tantas veces se ha visto: la falta de visión emprendedora de muchas compañías españolas. Así que tras ofrecer la idea a Felton y desconfiar ésta de su viabilidad, Rubio, junto a Miquel Galea, compañero de trabajo en la firma de pinturas, fundan Montana Colors en 1994.El negocio empezó a subir como la espuma, hasta que sufrieron un intento de plagio por parte de una gran empresa y un incendio en 2002 que redujo a cenizas su fábrica.Tras reorganizar en tiempo récord la producción y "gracias al apoyo incondicional de nuestros distribuidores y de todos los writers que nos soportan", Montana volvió a ser la empresa de referencia en cuanto a pintura en spray para grafiti. Y así seguirá.

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