El BCE espera un crecimiento moderado en un contexto de gran incertidumbre
El BCE espera un crecimiento moderado de la economía en los próximos meses en un contexto de elevada incertidumbre, según el editorial de su último boletín mensual, que constata una desaceleración de la actividad tras el fuerte repunte del primer trimestre al año.
La institución presidida por Jean-Claude Trichet señala que los datos económicos más recientes indican una desaceleración del ritmo de crecimiento de la economía en los últimos meses, tal y como se esperaba. Así, en un contexto de elevada incertidumbre, prevé que en los meses siguientes "tenga lugar una expansión moderada". No obstante, el PIB crecerá un 1,9% en el conjunto de 2011, lo que supone dos décimas más de los calculado anteriormente por los expertos en la encuesta del BCE.
En su último boletín económico, el BCE explica que el crecimiento más moderado de la eurozona durante el segundo trimestre del año demuestra que el fuerte avance del primer trimestre, cuando el PIB real creció un 0,8% en tasa intertrimestral, "se debió en parte a factores especiales". Pero es precisamente "el crecimiento más sólido de lo esperado registrado a comienzos de año" lo que ha permitido la revisión al alza de los pronósticos para 2011.
Constata que la recuperación se ha debilitado debido a la incertidumbre que asola al bloque del euro y cree que los procesos de ajuste que están llevando a cabo algunos países con problemas para hacer frente a la crisis pueden atenuar la actividad.
Confía en que la confianza empresarial y la de los consumidores, junto con las mejoras de las condiciones en los mercados de trabajo, puede seguir sustentando la actividad económica interna de la zona del euro, pero alerta de que persisten los riesgos para las perspectivas económicas y que podrían haberse intensificado.
De acuerdo con el análisis económico realizado por el Consejo de Gobierno, opina que los riesgos están directamente relacionados con las tensiones que azotan los mercados financieros y las posibilidades de contagio a la economía real de la zona euro. Asimismo, dice que los riesgos a la baja "también están asociados con incrementos adicionales de los precios de la energía, con las presiones proteccionistas y con la posibilidad de una corrección desordenada de los desequilibrios mundiales".
Avisa de que continúan los "riesgos alcistas para la estabilidad de precios" y de que la política monetaria "sigue siendo acomodaticia", pese a haber subido los tipos oficiales de interés en dos ocasiones este año. La primera en abril un 0,25% hasta el 1,25% y la segunda, en julio, otro 0,25% hasta el actual 1,5%. El BCE justifica las subidas para "mantener firmemente ancladas" las expectativas de inflación de la zona euro y poder contribuir al crecimiento económico y la creación de empleo. "Los tipos de interés a corto plazo siguen siendo bajos y las condiciones de financiación son favorables", apunta.
La tasa de inflación interanual de la zona del euro se situó en julio en el 2,5%, frente al 2,7% registrado en junio. El BCE comenta que las tasas relativamente elevadas de inflación registradas en los últimos meses reflejan en gran medida el incremento de los precios de la energía y de otras materias primas. En los próximos meses, prevé que que las tasas se mantengan claramente por encima del objetivo del 2%.
Pide una aplicación "estricta y puntual" de los programas de ajuste
El BCE subraya la necesidad de que Grecia, Irlanda y Portugal apliquen de forma "estricta y puntual" los programas de ajuste exigidos por el FMI y la UE. Asimismo, destaca la importancia del compromiso adquirido por los líderes de la zona euro con el cumplimiento estricto de los objetivos fiscales acordados en la cumbre del 21 de julio, lo que para algunos países supone adelantar las medidas prometidas para garantizar el recorte del déficit.
"El objetivo común debería ser que las ratios de deuda pública y las finanzas públicas retomen una senda sostenible tan pronto como sea posible", sostiene el BCE, que "acoge con satisfacción el esfuerzo renovado" de los países miembros para mejorar la competitividad y resolver los desequilibrios macroeconómicos.