Temor en la City al impacto económico de los disturbios
Los comerciantes valoran el coste en "decenas de millones de libras"
Londres se ha convertido en una ciudad sin ley y la amenaza se ha extendido como un reguero de pólvora a otros grandes municipios de Inglaterra, como Leeds, Birmingham, Manchester, Liverpool o Bristol.
Desde que el pasado jueves, Mark Duggan, un joven negro de 29 años, murió en el transcurso de una operación policial contra el tráfico de armas en la comunidad negra de Londres, la escalada de violencia ha alcanzado cotas inimaginables, con edificios incendiados y escenas de saqueo y pillaje más propias de un país subdesarrollado que de una nación moderna como Reino Unido. Un buen ejemplo se produjo ayer en el barrio londinense de Enfield, donde una planta de la multinacional japonesa Sony acabó reducida a cenizas. Un portavoz de la compañía reconoció ayer que los destrozos pueden ocasionar problemas de suministro en el Reino Unido.
Los saqueos han sido continuos en comercios y grandes superficies. Dos de las mayores cadenas de alimentación del país (Tesco y Sainsbury) denunciaron ayer que las revueltas han ocasionado fuertes pérdidas en 24 establecimientos en el caso de Tesco, mientras que, al cierre de esta edición, permanecían cerrados más de 16 centros de Sainsbury por temor a que los incidentes se reactivaran. El portavoz de la Asociación Británica de Comercio, Richard Dodd, aseguró que las empresas deberán afrontar un coste de decenas de millones de libras "por los daños a la propiedad, los objetos robados y la interrupción de los negocios". En la misma línea, Nick Starling, presidente de la patronal británica de aseguradoras, coincidió en que el coste se elevará a decenas de millones de libras y recalcó que la mayoría de pólizas suscritas por los comerciantes británicos "también cubren el coste derivado del cierre de los negocios".
Los expertos prevén que los incidentes pueden dar el golpe de gracia a la debilitada economía británica. En el segundo trimestre, el PIB tan solo creció un 0,2% en tasa intertrimestral (frente al 0,5% registrado entre enero y marzo), en gran medida por el impacto que sobre la actividad está teniendo el draconiano plan de ajuste de 21.600 millones de euros ideado por el primer ministro británico, David Cameron, para reducir el abultado déficit fiscal, que se elevó al 10,4% del PIB en 2010. Este desequilibrio tan solo era superado por Irlanda y Grecia, dos de las economías de la zona euro que han tenido que ser rescatadas por las autoridades comunitarias.
El recrudecimiento de los incidentes, con un muerto, 525 detenidos y 44 policías heridos, obligó a Cameron a suspender sus vacaciones en Italia y a organizar un gabinete de crisis. Cameron, sin embargo, hizo caso omiso a aquellos que le exigían que decretara un toque de queda o que movilizara al Ejército para tratar de devolver la normalidad a las calles londinenses. Tras presidir una reunión de urgencia de Cobra, el organismo que coordina las acciones del Gobierno en crisis, el primer ministro anunció que se triplicaba el número de efectivos policiales hasta los 16.000. "Haremos todo lo necesario para restablecer el orden. Lo que está ocurriendo es pura y simple criminalidad a la que hay que enfrentarse y derrotar. Necesitamos muchos más policías y que actúen con más contundencia", remarcó.
Un borrón en los Juegos Olímpicos
Los incidentes en territorio británico pueden tener un efecto negativo sobre los Juegos Olímpicos que se celebrarán en Londres en 2012. Una delegación del Comité Olímpico Internacional se encuentra desde el martes en Londres y ha podido vivir en primera persona la espiral de violencia desatada desde la pasada semana. Este grupo se encuentra en la capital británica, entre otras cosas, para asistir a un campeonato de voleibol de seis días y a la clásica de ciclismo que transcurre entre Londres y Surrey.El Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de 2012 rechazó en un comunicado que se vayan a cancelar estas dos pruebas "puesto que se han revisado todos los protocolos de seguridad". El responsable de Comunicaciones del Comité Olímpico Británico (BOA por sus siglas en inglés), Darryl Seibel, expresó ayer su confianza en la capacidad de las autoridades para garantizar la integridad de los asistentes de cara a Londres 2012. Lo que sí se ha suspendido es el partido amistoso que iba a enfrentar hoy a las selecciones de fútbol de Inglaterra y Holanda.
Claves del conflicto
Los disturbios originados en Londres y extendidos a un gran número de ciudades estallaron a partir de dos factores. El primero no es nuevo y se basa en las fuertes diferencias económicas existentes entre los barrios desarrollados de Londres y los guetos, en los que se concentra gran parte de la población inmigrante. El segundo ha surgido con la aplicación del plan de ajuste para reducir el déficit fiscal. Entre las medidas destacan el recorte de las ayudas a familias con hijos o el endurecimiento del acceso a subsidios para vivienda, lo que ha exacerbado aún más las diferencias económicas.