Un descenso del Sella emotivo y con revancha
La 75 edición podría resolverse con el porteo a pie por un islote.
Tras el fallecimiento hace escasos días de su organizador en los últimos 30 años, Emilio Llamedo, y con la ocasión de su 75 celebración, el Descenso Internacional del Sella vive el sábado una de sus ediciones más emotivas. Son factores que se suman a los ingredientes habituales, como las 200.000 personas que se dan cita en la comarca o la fuerte competencia prevista para el evento deportivo..., que podría resolverse a pie por segunda vez en su historia. La primera se produjo en 2004. El hombre que ha ganado más veces, el cántabro Julio Martínez, decidió aprovechar que el islote de La Boticaria emerge por la marea para acortar trayecto echándose la piragua al hombro, en lo que se conoce como porteo. Una maniobra considerada poco caballerosa, pero legal reglamento en mano, que le permitió hacerse con el triunfo cuando se encontraba con desventaja.
Martínez ha ganado con distintos compañeros en un total de 11 de las últimas 13 ediciones. Justo perdió el año pasado a manos de una pareja local, la compuesta por Walter Bouzán y Álvaro Fernández, con lo que la cita tiene aires de revancha. A la lista de candidatos se suma también un favorito emotivo de los entendidos: Milín Llamedo, sobrino-nieto del fallecido Emilio Llamedo, y que recientemente se proclamó campeón europeo de maratón sub-23. Sin olvidar a los extranjeros, pues la participación se divide al 50% entre nacionales y foráneos.
Las previsiones, según explica el vicepresidente de la organización, Carlos Tejo, son que los tiempos sean lentos -estará subiendo la marea, empujando el agua del río en los últimos kilómetros, y tal vez el islote emergido- y haya una leve llovizna. Algo que no desanima a los turistas: "Los hoteles están completos desde el miércoles; los aparcamientos cercanos al río, llenos, y los campings, abarrotados; es una fiesta que no entiende de crisis", explica Tejo.
Los visitantes se ven atraídos por muchos más argumentos que el extraordinario espectáculo del millar de participantes que bajan la ría en poco más de una hora, tras un arranque en que se echan al agua desde la orilla en un orden rigurosamente controlado por la organización. Por un lado está la posibilidad de hacer el descenso un rato después, con una de la más de una docena de empresas que organizan bajadas con un ritmo más turístico. "Nosotros podemos hacernos cargo solo de un millar de participantes federados, pero esas empresas dan buena cobertura, con seguros y total garantía para el visitante", señala Tejo. La estimación es que unos 2.000 canoístas emprenderán ese descenso más apacible para disfrutar de los paisajes entre el puente de Arriondas y el de Ribadesella.
El almuerzo a la llegada en Ribadesella, las celebraciones verbeneras y el festival de música electrónica Aquasella -con el dj âscar Mulero como estrella este año- son otros atractivos para una parroquia joven y fiel que, según Carlos Tejo, "está acostumbrada a repetir y a traerse cada vez más amigos". Aunque no existe un cálculo del impacto económico de la cita en la comarca, Tejo sí reconoce que la fidelidad de los patrocinadores está garantizada dados los buenos réditos publicitarios, "aunque con la situación que hay, tampoco les pedimos imposibles".récords
Récords
Aunque Julio Martínez ha ganado el descenso en 11 ocasiones, no es el más laureado: la piragüista palentina Mara Santos suma 20 victorias en categoría femenina, y va este año a por la siguiente. Martínez sí tiene el récord del descenso, que completó en 2009 junto a Miguel Fernández en 1:01.14.
Tradiciones, despedida y aniversario
La tradición del descenso del Sella cuenta que fue la iniciativa de un animoso paisano, Dionisio de la Huerta, la que dio comienzo a los descensos allá por 1930. Entonces se tardaba cinco horas en completar una porción del actual recorrido, entre otras cosas porque las primitivas piraguas, en algún caso hechas a mano y rodeadas de flotadores, se llenaban de agua y había que parar a achicarlas.De la Huerta gestionó todo el desarrollo de la prueba durante décadas, incluyendo el establecimiento del recorrido definitivo, la redacción del poema que se lee antes de la salida y la peculiar manera en que esta se efectúa, con los piragüistas en tierra entrando tras la luz verde de un semáforo y ordenados de acuerdo a unas pruebas previas. Una puesta en marcha que se ha convertido en seña de identidad internacional de la prueba, que ha tenido 40 vencedores nacionales y 34 extranjeros en su historia. Para esta edición, según explica el vicepresidente de la prueba, Carlos Tejo, se contará con "piragüistas procedentes de 14 países y 3 continentes, solamente entre los participantes federados".A la espera de elecciones, Tejo ultima los preparativos siguiendo las consignas que dejó antes de su fallecimiento el presidente Emilio Llamedo, que sucedió a De la Huerta en 1982. Se le recordará durante la inauguración con un minuto de aplausos, "porque él hubiera querido que el descenso siguiera siendo una fiesta".