La nueva calificación de Ono, en todo caso, concede a la compañía la condición de altamente especulativa, y sigue estando cinco grados por debajo del grado de inversión según la escala de Moody's. Para la agencia de calificación, en todo caso, Ono ha registrado "un sólido comportamiento a pesar de las presiones macroeconómicas". En el segundo trimestre, la compañía comunicó un crecimiento plano de los ingresos, una mejoría respecto a los descensos registrados durante los tres años anteriores. El Ebitda, por su parte, mejoró un 6,3% hasta 187 millones, lo que ha reducido el ratio de apalancamiento de 5,1 4,7 veces el beneficio operativo.
A esta reducción ha contribuido la emisión de bonos de 300 millones con fecha de vencimiento a 2018. Para Moody's, esta emisión es "un pequeño, pero positivo paso en la dirección adecuada de extender el perfil de vencimiento de la deuda de la compañía y reducir progresivamente el muro de refinanciación en 2013".