Glamour y clasicismo 'made in Granada'
Coches inspirados en los años cuarenta y cincuenta, pero con motor Renault. Es el sueño hecho realidad de Hurtan, una empresa única en España.
Quizás a usted le haya pasado. Circular por una carretera y entre mono volúmenes, utilitarios y rancheras, todos anodinos, grises o azul marino, ver aparecer un elegante descapotable color burdeos, con tapicería crema y un indiscutible aire retro, ¿o es que realmente es un vehículo antiguo? Tal vez no lo conduzca ni un James Dean ni una Marilyn Monroe, pero sí un orgulloso propietario sabedor de la envidia que crea en los demás. Es uno de los 400 coches Hurtan que la familia Hurtado fabrica en Granada desde hace 16 años.
Pero estos automóviles no solo se ven por España. Que les conste a la empresa, hasta la República Dominicana han viajado sus vehículos y hay decenas rodando por Italia, Alemania, Suiza, Rumanía o Rusia, y ahora acaban de empezar a trabajar con un comercial en República Checa.
Esta empresa única en España y excepcional en Europa no hace reproducciones de coches de época, hacen los vehículos que condujo en su imaginación desde niño su fundador, Juan Hurtado. Sus sueños y los de los propietarios, ya que el cliente puede elegir el color, las llantas, la tapicería, etc. para que el coche salga de los talleres absolutamente a su gusto. Eso sí, todos exclusivos de gama clásica y emulando el estilo de los años cuarenta y cincuenta, pero con tecnología del siglo XXI. En concreto, la empresa monta sus modelos sobre motores Renault.
"Bien hecho" es una de las máximas de la compañía. No tendría mucho sentido que alguien invirtiera a partir de 32.000 euros (IVA no incluido) en un coche que se cayera a trozos o le dejara tirado en la carretera. Por tanto, hace años que incorporaron a la empresa un departamento propio de Ingeniería y Diseño. Gracias a él se han desarrollado nuevos sistemas de mejora que han hecho posible alcanzar un alto nivel de calidad en los vehículos, y como resultado "ofrecen la imagen y el buen gusto de los detalles y se esmeran en un acabado a conciencia".
Estos no están siendo años de vacas gordas para Hurtan ya que la crisis les ha tocado de lleno. "Sigue habiendo gente con mucho dinero pero se han vuelto discretos y no quieren aparentar, y nuestros coches no son para esconderse", asegura Juan Ignacio Hurtado Salas, responsable del departamento comercial y uno de los hijos del fundador volcado en la empresa.
En cuanto al futuro, con la nueva generación ya gestionando, "va a ser la revolución", asegura Hurtado Salas, que cuenta que aunque somos una empresa muy familiar -"hacemos los consejos de administración en la cocina de la casa de mis padres"-, quieren profesionalizar la compañía y están abiertos a la entrada de capital. "Somos unos enamorados de nuestro trabajo, pero no conseguimos el beneficio económico que sería previsible", admite. Y es que, les gusta tanto lo que hacen que "le damos prioridad al desarrollo de la nueva capota que a planificar una campaña de marketing en Alemania".
Datos básicos
ClientesEl propietario de un vehículo Hurtan suele ser un hombre, de entre 45 y 65 años, con poder adquisitivo medio-alto, alto, y de profesión liberal. Desde periodistas como Javier Sardá a presidentes de "las más importantes empresas españolas", aseguran sin querer dar nombres propios.CrisisSon conscientes de que ofrecen un producto muy exclusivo que muchos pueden considerar de lujo y poco "discreto" para los tiempos que corren. De hecho, ahora facturan algo más de un millón de euros al año, una cifra menor a la de los ejercicios previos a la crisis. Aún así, no han dejado de tener lista de espera -ahora unos cuatro meses- para sus vehículos, unos 400 desde que empezaron a producir, con un precio que empieza a partir de los 32.000 euros.ModelosPrimero vio la luz el T2, que dio paso a la línea T2+T2, antesala de su gama estrella el Grand Albaycín (se fabrica en 110 y 182 caballos), que hoy convive con los modelos Albaycin de dos y cuatro plazas. Todos ellos se fabrican personalizados.
De carroceros a pilotos de caprichos
Nada de esto les estaríamos contando si no fuera por la ilusión y el trabajo de un hombre, Juan Hurtado, artífice, primero en solitario y posteriormente junto a su familia, de esta compañía única. Aunque nacido en Abla (Almería) Hurtado estuvo varios años trabajando en Barcelona en distintas empresas dedicadas a la fabricación de carrocerías para automoción.Hasta ahí todo más o menos normal. Pero este hombre siempre había tenido una ilusión, incluso una obsesión, los coches, fantásticos bólidos que él imaginaba ya de niño -dibujándolos en el suelo- y que algún día se prometió que haría en la realidad.Pero había que ir pasito a pasito. Así en 1967, abrió su primer taller de reparación de automóviles especializándose en carrocerías. En el año 1991, desarrolla los primeros bocetos y cálculos de proyección de lo que sería su primer modelo de auto estilo clásico, diseñado totalmente de forma personal e inspirado en lo vehículos de los años 40 y 50, que tanto admiraba.Ya en 1992, con la ayuda de sus cuatro hijos y su esposa, ve la luz el modelo T2, seguido poco después del T2+2. Se trataba de unos auténticos roadster de dos y cuatro plazas, con motorizaciones de origen Renault, y con una carrocería fabricada completamente por la familia Hurtado, que de esta forma se inicia, finalmente, en la comercialización y distribución de sus primeras unidades diseñadas, transformadas y construidas íntegramente por su empresa.Diez años más tarde, en 2002, con un nuevo prototipo se consigue las homologaciones y permisos para comenzar su comercialización a mediados de 2004.