Technip se une a Iberdrola y Areva en el concurso eólico marino galo
La compañía de ingeniería y construcción Technip se ha unido al consorcio liderado por Iberdrola y Areva para pujar por proyectos de energía eólica marina (offshore) en Francia. El consorcio presentará una propuesta para hacerse con dos de las cinco zonas en la primera fase de licitaciones, que podrían albergar una capacidad de 1.250 MW.
Tras el acuerdo, Iberdrola, a través de su filial ScottishPower Renewables, encabezará el proyecto y se encargará de poner en marcha y explotar los parques, mientras Areva suministrará las turbinas y Technip, construirá las instalaciones.
Iberdrola y Areva firmaron hace un mes un acuerdo para optar al desarrollo conjunto de proyectos offshore en la costa gala. La empresa española, que lleva ya varios años realizando estudios de viento y viabilidad en esta zona, considera que "se trata de algunas de las áreas con mejores condiciones en todo el mundo para instalar este tipo de proyectos energéticos". En su opinión, Francia es, a día de hoy, uno de los países más atractivos para desarrollar esta tecnología, sobre todo a raíz de que su Gobierno hiciera público recientemente su objetivo de alcanzar los 6.000 MW de capacidad mediante energía eólica marina en 2020.
Para lograr este objetivo, Iberdrola ha creado una Dirección de Negocio Offshore, con sede en Escocia, que impulsará la paulatina puesta en marcha de las instalaciones eólicas marinas de su cartera de proyectos, que ya suma más de 10.000 MW en todo el mundo a día de hoy.
La empresa, a través de su filial británica ScottishPower Renewables, ya ha iniciado en Reino Unido, junto la empresa danesa Dong, el desarrollo de su primer proyecto offshore, denominado West Of Duddon Sands. Este tendrá una potencia de 389 MW por lo que será una de las instalaciones de estas características más grandes del mundo cuando entre en funcionamiento, dentro de tres años. Iberdrola ya ha completado el desarrollo de todo el proyecto y ha asignado a la empresa Siemens el suministro de los aerogeneradores, por 700 millones de euros.