La tensión en el mercado de deuda soberana amordaza a las Bolsas
Los problemas de deuda siguen mandando en el mercado. Los preocupantes resultados de la subasta del Tesoro italiano ayer y la falta de acuerdo político en EE UU para aumentar el techo de la deuda marcaron una sesión de resultados dispares donde los datos económicos pusieron la nota positiva. El Ibex subió un 0,14% pero la prima de riesgo repuntó a 340 puntos básicos.
El nerviosismo sigue dominando las Bolsas. El alivio que causaron ayer buenas noticias como los resultados mejores de lo esperado de BBVA, la caída de las peticiones semanales de subsidio de desempleo en EE UU se situaron por debajo de los 400.000 por primera vez desde abril o el aumento inesperado de las ventas de viviendas pendientes al otro lado del Atlántico crecieron el 2,4% cuando se esperaba una caída del 2% se vio eclipsado por la crisis de la deuda.
La falta de confianza del mercado sobre la efectividad del plan de salvamento al euro se hace cada día más evidente, como mostró la subasta de deuda en Italia ayer, preocupación a la que hay que sumar el creciente ruido que genera la falta de entendimiento entre demócratas y republicanos para aumentar el techo del déficit en EE UU.
Italia salió a buscar liquidez y los precios que tuvo que pagar generaron mucha preocupación. En concreto, colocó 2.700 millones en bonos a 10 años al 5,77%, el tipo más alto desde 2000, mientras que a tres años emitió al 4,8%, el nivel más alto desde julio de 2008, intereses que contrastan con el 4,94% y el 3,68% que pagó respectivamente por emisiones similares hace un mes.
El resultado de la subasta italiana incidió en la evolución de las primas de riesgo y contribuyó a la volatilidad de la jornada. Poco ayudó que el gobierno francés reconociera ayer que los bancos y aseguradoras de su país participarán en el plan de salvamento de Grecia con la totalidad de los títulos de deuda griega que tienen en sus carteras y que vencen de aquí a 2020, lo que representa unos 15.000 millones de euros.
Así, el diferencial de Italia con Alemania se amplió hasta 319 puntos básicos, el de España remontó a 340, mientras que otros países como Grecia (1.214), Francia (64), Bélgica (170) y Holanda (38,9) también se vieron afectados. Curiosamente los diferencias de Irlanda (793) y Portugal (820) sí remitieron.
La reacción de las Bolsas también fue muy dispar y tras las fuertes caídas de la víspera hubo reacciones de todo tipo. El punto positivo lo pusieron los datos mejores de lo esperado en EE UU, suficientes para frenar las caídas. El Ibex, así, sumó un 0,14% para situarse en los 9.657 puntos. El Euro Stoxx perdió el 0,04%, el Cac cayó un 0,57%, el Dax perdió el 0,86%, mientras que el Footsie se anotó el 0,28%.
En España la banca logró remontar tras las fuertes caídas recientes. BBVA sumó un 1,72% tras presentar unos resultados mejores de lo esperado, mientras que Sabadell (+1,53%), Popular (+1,9%) y Bankinter (+1,04%) también estuvieron entre los mejores del día. Diferente fue la reacción de los inversores a los resultados peores de lo esperado de Telefónica (-0,48%), mientras que la lectura de las cuentas de Grifols (+4,11%), Mediaset (5,56%) o Repsol (+1,92%) resultó muy positiva, tres valores que se anotaron los mayores avances del Ibex en la sesión.
En EE UU, ante la cercanía del 2 de agosto, el fantasma de la suspensión de pagos siguió pesando en el ánimo inversor. Tras el cierre de esta edición se esperaba la votación en la cámara de representantes de una propuesta de los republicanos, pero sin que se vislumbrara su aprobación posterior en el Senado.
A la espera de nuevos avances en las negociaciones y de la reacción del mercado a la última votación, ayer Wall Street cerró con caídas antes de conocer el resultado, pese al buen sabor de boca que dejaron a primera hora los datos económicos publicados en EE UU. Así, el Dow Jones se dejó un 0,51%, el S&P cedió el 0,32%, mientras que el Nasdaq logró anotarse el 0,05%.
Wall Street reclama un pacto para EEUU
Los grandes bancos de Wall Street, entre ellos Goldman Sachs o JP Morgan, están muy preocupados por la falta de unidad política en EE UU en un tema tan importante como el déficit. Temen los efectos de una suspensión de pagos de la primera potencia mundial y ante la cercanía del 2 de agosto, fecha límite para aumentar el tope del endeudamiento, han tomado cartas en el asunto al solicitar formalmente tanto al presidente de EE UU, Barack Obama, como al Congreso de EE UU que alcancen un acuerdo. ¢Las consecuencias de la falta de acción para nuestra economía, nuestro ya de por sí azotadomercado de trabajo y las circunstancias de las familias y empresas americanas serían muy graves¢, explicaron los altos ejecutivos del sector en una carta enviada a Washington por el Foro de Servicios Financieros, una asociación que representa a la banca.