La catedral de Santiago de Compostela vuelve a arder
Un espectáculo de luz, sonido y pirotecnia cuenta la historia del monumento en su octavo centenario
La catedral de Santiago se incendió en 1758 y a partir del próximo domingo arderá cada noche durante siete días, gracias a un espectáculo único en el que, como si de un viaje en el tiempo se tratara, se mostrarán todos los avatares de la construcción de la catedral.
"Durante los próximos días podremos construir, destruir e incluso quemar la catedral de Santiago", explica Javier Sánchez, el director de fuegos de General de Producciones y Diseño (GDP), la empresa responsable del proyecto. "La idea consiste en contar todas las vicisitudes del monumento, incluso nos hemos permitido alguna licencia poética, como ubicar un bosque celta en el lugar donde se comenzó a construir la catedral", indica Sánchez. Otra pequeña osadía ha sido añadir un dragón que echa fuego.
La ocasión lo merece. La catedral de Santiago de Compostela celebra su octavo centenario, una circunstancia que augura un éxito total de público. Los organizadores prevén que el espectáculo de la fachada sea contemplado por más 7.000 personas, y que los fuegos los observen otras 300.000 desde las calles aledañas a la plaza del Obradoiro.
El milagro es posible gracias a tecnologías de mapping y warping. La primera permite reproducir imágenes sobre superficies verticales; la segunda, adaptar la imagen a los relieves, lo que resulta particularmente adecuado para la fachada del Obradoiro, llena de recovecos y protuberancias. "Se trata de la primera vez que se realiza un espectáculo de estas características sobre una fachada barroca y también la primera vez que se utilice tanto volumen de luz", indica Sánchez.
En concreto, los efectos realistas del espectáculo -que combina luz, música y pirotecnia- se lograrán a través de 16 proyectores, cada uno de los cuales tiene una potencia de 22.000 lúmenes. El volumen de sonido será de 50.000 vatios, y a ellos se unirá el lanzamiento de 4.200 artefactos pirotécnicos.