Las entrañas del ganador de la crisis
Durante el frenético fin de semana del 13 al 14 de septiembre de 2008, el Gobierno de George W. Bush fracasó en su intento de convencer a la gran banca de inversión de que salvase a Lehman Brothers. La bancarrota del centenario gigante financiero sumió al planeta en la recesión más profunda de las últimas ocho décadas. Casi tres años más tarde, la metástasis de la crisis griega por Europa amenaza con el retorno de la debacle.
Detrás de ambos acontecimientos aparece, según algunos autores, un denominador común: Goldman Sachs. Entre ellos está de Marc Roche, periodista francés galardonado con el Premio del Libro Económico 2010 por el título El Banco: Cómo Goldman Sachs Dirige el Mundo. En él sugiere que el ex secretario del Tesoro Hank Paulson puso poco empeño en salvar a Lehman, un comportamiento en el que influyó su condición de ex presidente de su archirival Goldman Sachs. Y recuerda que, a principios de la década pasada, Goldman ayudó al gobierno griego a falsificar sus cuentas para lograr entrar en el euro.
Las acusaciones no paran ahí: según las investigaciones de la SEC (la agencia reguladora bursátil estadounidense) Goldman Sachs realizó múltiples operaciones fraudulentas con sus clientes, a los que recomendaba comprar productos iguales a los que, al mismo tiempo, Goldman desahuciaba en su propia cartera. No en vano es el rezo de un manual de buen gobierno de la propia empresa, "La lealtad al cliente no siempre es fácil debido a nuestras múltiples funciones".
En el libro, editado por Deusto, Roche detalla los mayores escándalos que se atribuyen al mastodonte financiero, aunque quizá la parte más jugosa se refiera a la imbricación de Goldman Sachs en los centros de toma de decisión política del planeta: es casi tradición que la secretaría del Tesoro de Estados Unidos sea ocupada por un ex presidente de la firma, que también campa por sus respetos en Europa. Sin ir mucho más lejos: Mario Draghi, el futuro presidente del Banco Central Europeo, es otro ex de la firma. Con esas conexiones, la neutralidad respecto al sector financiero queda condicionada a la buena voluntad, lo que explicaría por qué Goldman Sachs ha sido el ganador de la crisis global entre la banca de inversión. Esa es, al menos, la visión de Roche.